Los Ángeles. Los californianos enfrentan desde este sábado un toque de queda que se extenderá hasta el próximo 21 de diciembre para permanecer en casa desde las diez de la noche a las cinco de la mañana, en un intento por frenar el aumento de los casos de la covid-19.

El gobernador demócrata del estado, Gavin Newsom, anunció la decisión el pasado jueves, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, que afectará a 41 condados que se encuentran en el nivel púrpura, el más restrictivo.

En esos condados se concentran el 94 % de los californianos, 37 millones de personas y la orden, que podría extenderse más allá del 21 de diciembre, prohíbe además la mayoría de las actividades no esenciales fuera del hogar en ese periodo de tiempo.

“Es crucial que actuemos para disminuir la transmisión y retrasar las hospitalizaciones antes de que aumente el recuento de muertes. Lo hemos hecho antes y debemos hacerlo de nuevo”, advirtió Newsom al hacer el anuncio del toque de queda que entra en vigor la noche del sábado.

La familia Newsom está en cuarentena luego de un compañero de clases de uno de sus cuatro hijos arrojara positivo a la prueba, de acuerdo con la oficina del gobernador, señala Los Ángeles Times.

California es uno de los estados más golpeados por la pandemia del coronavirus donde las cifras de nuevos contagios han roto su récord diario con más de 13,000 positivos que le han llevado al borde del confinamiento en el condado de Los Ángeles en los próximos días y el toque de queda que comienza esta noche.

El Estado Dorado registró este viernes 13,005 casos, la cifra más alta desde que comenzó la pandemia. Casi 200 casos más que el pico más alto presentado en julio con 12,807 casos en un sólo día.

El número de muertes también está al alza después de un descenso en los últimos dos meses, que hasta el viernes había acumulado 18,557 decesos.

Las restricciones del toque de queda son diferentes al cierre del estado decretado el pasado marzo, tras emitirse el alerta por la pandemia, porque ya que se centran más en frenar el consumo de alcohol hasta altas horas de la noche y las reuniones de grupo.

El toque de queda no limita el desplazamiento de los residentes a los que se les permitirá caminar a su perro, recoger comida para llevar a su casa así como ir a un médico u otros proveedores de salud o servicios esenciales, así como ir a trabajar.

El condado de Los Ángeles ya se había adelantado en imponer restricciones con una orden que prohíbe a restaurantes y bares servir dentro a partir de las diez de la noche aunque pueden seguir vendiendo para llevar.

Igualmente limitó a un 50 % la capacidad de los restaurantes, bodegas y cervecerías que ofrecen sus servicios al aire libre y a un 25 % la ocupación en los negocios no esenciales.

Los Ángeles no descarta imponer medidas mas restrictivas si el ritmo de contagio sigue por encima de los 4,500 nuevos casos diarios durante cinco días consecutivos.

Estados Unidos es el país más afectado del mundo por la pandemia, con 11.6 millones de casos y más de 250,000 muertes, según datos de la Universidad Johns Hopkins.