Washington.- La Cámara de Representantes se apresta a respaldar el pedido del presidente Donald Trump de liberar miles de millones de dólares adicionales para enfrentar desastres, 16.000 millones para pagar los seguros contra inundaciones y ayuda para mantener a flote el gobierno de Puerto Rico.

El paquete de fondos para huracanes suma $36,500 millones, similar a la suma pedida por la Casa Blanca, e ignora por el momento los reclamos de las poderosas delegaciones de Florida y Texas, que juntas solicitaron otros 40.000 millones.

Con respecto a Puerto Rico, Trump tuiteó el jueves por la mañana que el territorio estadounidense no debe esperar ayuda federal “para siempre”. En otros tuits sostuvo que “la electricidad y toda infraestructura era un desastre antes de los huracanes” y fustigó a la isla por su crisis financiera y su “falta total de sentido de la responsabilidad”.

“¡No podemos tener a FEMA, los Militares y los Socorristas, que han sido asombrosos (bajo las circunstancias más difíciles) en P.R. para siempre!”, dijo en otro tuit.

La serie de desastres -las inundaciones en Texas, los daños en Florida y la crisis humanitaria en Puerto Rico- podría ser la más costosa de la historia. En 2005, el huracán Katrina requirió 110.000 millones de dólares en asignaciones de emergencia.

El proyecto de ley combina 18.700 millones de dólares para la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés), 16.000 millones para que el programa federal de seguros contra inundaciones enfrente los reclamos derivados del huracán Harvey y 577 millones para combatir los incendios en el oeste del país.

Unos 5.000 millones de dólares de FEMA podrían usarse para ayudar a los gobiernos locales _en particular, los gobiernos central y municipales de Puerto Rico_ a seguir funcionando mientras soportan la iliquidez provocada por María, que los ha privado de ingresos y vaciado de recursos.

El presidente de la cámara baja, Paul Ryan, prevé viajar a Puerto Rico el viernes. Ha prometido que el territorio tendrá lo que necesita, pero la mayor parte de la isla carece de electricidad y muchas zonas aisladas carecen de agua potable.