Washington. El presidente Joe Biden planea incrementar en el transcurso del siguiente mes el tope a la admisión de refugiados, dijo la Casa Blanca el viernes, luego de recibir críticas de aliados y grupos asistenciales por haber tomado medidas únicamente para expandir los criterios de elegibilidad para reasentamiento.

Horas antes, el mandatario había tomado medidas para acelerar la admisión de refugiados, pero mantuvo el tope históricamente bajo de 15,000 refugiados para este año que había establecido su predecesor Donald Trump, lo que desató críticas de legisladores demócratas y de agencias de reubicación de inmigrantes.

En su decisión de emergencia, Biden señaló que la admisión de un máximo de 15,000 refugiados este año “sigue estando justificada por razones humanitarias y por lo demás va en aras del interés nacional”. Pero si el tope fuese alcanzado antes de que concluya el año presupuestal actual y persistiese la situación de emergencia de los refugiados, entonces podría emitirse una determinación presidencial para elevar el nivel máximo.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo posteriormente que Biden ha estado consultando a sus asesores para determinar qué número de refugiados podría ser admitido de forma realista en Estados Unidos entre ahora y el 1 de octubre, cuando concluye el año fiscal.

Dijo que “dado el programa de admisiones diezmado que heredamos”, ahora es “improbable” que Biden pueda incrementar ese número a 62,500 como había propuesto en el plan que presentó al Congreso hace dos meses.