Charlotte, Carolina del Sur. La histórica ciudad de Charleston en Carolina del Sur retiró el miércoles un símbolo de su legado, luego de que las cuadrillas laboraron sin parar para quitar una estatua en honor a John C. Calhoun, un vicepresidente cuya entusiasta defensa de la esclavitud favoreció que el país se encaminara a la guerra civil.

Pero la enorme estatua de Calhoun —conocido como “El hombre de hierro fundido” a mediados del siglo XIX por su apoyo inflexible a los derechos de los estados del sur— fue difícil de retirar. Después de trabajar toda la noche, los contratistas recurrieron a una cortadora de diamantes para perforar la base de metal que mantenía la escultura fija a un pedestal que se eleva más 100 pies por encima de una plaza del centro, sobre la calle Calhoun.

Lo que se anticipaba que sería una labor rápida se prolongó más de 16 horas hasta que la estatua fue retirada el miércoles por la tarde ante el aplauso de docenas de personas.

El director de Parques de Charleston, Jason Kronsberg, dijo que parte de las demoras se debieron a “condiciones inesperadas”, en especial una enorme pieza de bronce ubicada en lo profundo del cilindro de granito que sostenía a la estatua. Kronsberg dijo que las autoridades desconocían su existencia.

Las cuadrillas, que comenzaron el proceso de desmantelamiento a la medianoche del martes, descubrieron el bronce una vez que una sierra de concreto no pudo atravesar la estructura. Kronsberg dijo que una compañía —la cual había planeado utilizar una sierra con bordes de diamante para ir cortando el monumento en trozos una vez que la estatua fuera retirada— en lugar de ello pasó horas aserrando el cilindro.

El Concejo de Charleston y el alcalde votaron de manera unánime el martes para reubicar el monumento a “un sitio más apropiado en donde sea protegido y preservado”, la medida más reciente de una serie de acciones derivadas de las protestas en contra de la injusticia racial en Estados Unidos.

“Creo que estamos escribiendo un nuevo capítulo, uno más equitativo, en la historia de nuestra ciudad”, dijo el alcalde John Tecklenburg.

Docenas de residentes expresaron sus puntos de vista a favor y en contra de la estatua durante la reunión del concejo el martes.

Grace Clark, quien dijo que su familia ha vivido en la ciudad desde finales del siglo XVIII, pidió a las autoridades que “por favor no retiren nuestra historia. No toda la historia es buena, pero es nuestra historia”.