Davion Only cree que Dios puede ayudar a los que se ayudan a sí mismos.

El domingo pasado el joven huérfano acudió a la iglesia en Florida ataviado con un traje que le fue donado y oró solo por una cosa, la que más quiere en la vida: tener una familia.

”Yo acepto a cualquiera” expresó Only al rotativo Tampa Bay Times. “Joven o viejo, madre o padre; blanco, negro, púrpura. No me importa. Solamente quiero ser apreciado y tratado de la mejor forma posible”.

Nacido en una cárcel de una madre que nunca se interesó en él, Only ha estado en varios hogares sin encontrar uno permanente.

Relacionadas

Esto llevó al chico a meterse en problemas debido a que creía que nadie lo quería. Only, quien se encuentra viviendo en un hogar con otros 12 chicos, descubrió que su madre falleció al buscar su nombre en Internet. Y cansado de esperar por alguien que le brindara un hogar, él decidió buscar.

El adolecente de 15 años cambió su temperamento, bajó 40 libras y empezó a obtener mejores notas en la escuela.

“Él decidió controlar su comportamiento y demostrarle a todos lo que él puede ser,” expresó Connie Going quien ha trabajado con el huérfano.

Only decidió ir a la Iglesia Bautista St. Mark Missionary, ubicada en St. Petersburgm, Florida, para pedirles a los 300 feligreses si uno ellos pudiera adoptarlo. Sin embargo, antes de entrar a la iglesia con Going, Davion se puso nervioso y le dijo “ya no quiero hacer esto”.

Connie le aseguro que “lo harás bien”.

Luego de la predicación, le pidieron a Only que hablara frente a la congregación. Cuando tuvo las fuerzas, expresó “mi nombre es Davion y he estado viviendo de casa a casa desde que nací. Sé que Dios no se ha rendido conmigo, ni yo tampoco”.

Al parecer sus oraciones serán contestadas pues, Terry Durdaller, portavoz del Departamento de Niños y Familias, región de Suncoast reveló al rotativo Daily Mail que han recibido 300 llamadas de personas interesadas en él.

“Nosotros tenemos esperanzas de que Davion pueda encontrar a una familia permanente”, expresó Durdaller.

Only es uno de los 400 mil niños que viven en orfanatos en Estados Unidos.