Chocan manifestantes y la Guardia Nacional en Los Ángeles
En medio de protestas por redadas contra inmigrantes.

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Las tensiones en Los Ángeles se intensificaron el domingo cuando miles de manifestantes tomaron las calles en respuesta al extraordinario despliegue de la Guardia Nacional por parte del presidente Donald Trump, bloqueando una de las principales autopistas y prendiendo fuego a vehículos autónomos mientras las fuerzas policiales intentaban controlar a la multitud con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas de aturdimiento.
Algunos policías patrullaban las calles a caballo, mientras que otros con equipo antidisturbios se alineaban detrás de los efectivos de la Guardia que fueron desplegados para resguardar instalaciones federales, incluido un centro de detención a donde se llevó a algunos inmigrantes en los últimos días.
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Las confrontaciones ocurrieron en el tercer día de manifestaciones contra la represión migratoria de Trump en la región, mientras que la llegada de alrededor de 300 efectivos federales provocó enojo y miedo entre algunos de los residentes.
Para el mediodía, cientos de personas se habían reunido fuera del Centro Metropolitano de Detención en el centro de Los Ángeles, a donde se llevó a algunos de los arrestados en las redadas migratorias de los días anteriores. Los manifestantes dirigieron cánticos de “qué vergüenza” y “váyanse a casa” a los miembros de la Guardia Nacional, que estaban hombro con hombro, portando armas largas y escudos antidisturbios.
Los Ángeles, CA - Protestors have successfully shut down part of the 101 freeway as thousands march through the streets to protest ICE and President Trumps ordering of 2,000 National Guardsmen.
— Anthony (@AnthonyCabassa_) June 8, 2025
Large police response can be seen in attempt to disperse the crowd. pic.twitter.com/2VOxY0FxOh
Después de que algunos de los manifestantes se acercaron demasiado a los miembros de la guardia, otro grupo de agentes uniformados avanzó sobre el grupo, arrojando granadas de humo.
Minutos después, el Departamento de Policía de Los Ángeles disparó municiones de control de multitudes para dispersar a los manifestantes, quienes dijeron que se habían congregado ilegalmente. Gran parte del grupo luego se movilizó para bloquear el tráfico en la autopista 101 hasta que agentes de la Patrulla de Caminos de California retiraron del lugar a última hora de la tarde.
La presencia de la Guardia estaba “inflamando las tensiones” en la ciudad, según una carta que envió el gobernador de California, Gavin Newsom, a Trump el domingo por la tarde. En la misiva, el gobernador le solicitó formalmente a Trump el retiro de los miembros de la guardia, lo que calificó como una “grave violación de la soberanía estatal”.
“Lo que estamos viendo en Los Ángeles es un caos provocado por el gobierno”, dijo la alcaldesa Karen Bass en una conferencia de prensa. “Esto se trata de otra agenda, no de seguridad pública”.
Trump ha dicho que se necesitaba de la presencia de la Guardia Nacional porque Newsom y otros demócratas no habían logrado detener las recientes protestas dirigidas contra los agentes de inmigración.
Aparentemente, se trata del primer despliegue de la Guardia Nacional en varias décadas sin una solicitud de su gobernador, una escalada significativa contra quienes han tratado de obstaculizar las labores de deportaciones a gran escala de la Casa Blanca.
El despliegue se produce luego de varios días de protestas
El despliegue de efectivos se llevó a cabo luego de dos días de protestas que comenzaron el viernes en el centro de Los Ángeles antes de extenderse el sábado a Paramount, una ciudad con gran cantidad de hispanos al sur de Los Ángeles, y la vecina Compton.
Mientras los agentes federales establecían un punto de concentración cerca de una tienda Home Depot en Paramount, los manifestantes intentaron impedir el paso de los vehículos de la Patrulla Fronteriza, y algunos les lanzaron piedras y trozos de cemento. En respuesta, agentes federales con equipo antidisturbios arrojaron gas lacrimógeno, granadas de aturdimiento y gas pimienta.
Había una gran tensión después de una serie de redadas efectuadas por autoridades migratorias el día anterior, en un momento en que el recuento semanal de arrestos de inmigrantes en la ciudad superaba los 100. Un destacado líder sindical fue arrestado mientras protestaba y fue acusado de obstaculizar a las fuerzas policiales.
Las protestas recientes siguen siendo mucho más pequeñas que otras manifestaciones multitudinarias que han requerido la presencia de la Guardia Nacional en Los Ángeles, incluidos los disturbios de Watts y en el caso de Rodney King, así como las protestas de 2020 contra la violencia policial, en las que Newsom solicitó la asistencia de tropas federales.
La última vez que se activó a la Guardia Nacional sin el permiso de un gobernador fue en 1965, cuando el presidente Lyndon B. Johnson envió efectivos para proteger una marcha por los derechos civiles en Alabama, según el Brennan Center for Justice, un órgano activista sin fines de lucro.
Trump dice que habrá “un orden público muy fuerte”
En una directriz emitida el sábado, Trump invocó una disposición jurídica que le permite desplegar a miembros del servicio federal cuando se presenta “una rebelión o peligro de una rebelión contra la autoridad del gobierno de Estados Unidos”.
Indicó que había autorizado el despliegue de 2.000 integrantes de la Guardia Nacional.
Mientras se preparaba el domingo para abordar el Air Force One en Morristown, Nueva Jersey, Trump les dijo a los periodistas que había “personas violentas” en Los Ángeles “y no se saldrán con la suya”.
Al mandatario se le preguntó si planea enviar soldados federales a Los Ángeles, y respondió: “Vamos a tener soldados en todas partes. No vamos a permitir que esto le suceda a nuestro país. No vamos a permitir que nuestro país sea desgarrado como lo fue bajo (el gobierno del presidente Joe) Biden”. No dio más detalles.
Trump indicó también que los funcionarios de California que obstaculicen las deportaciones podrían enfrentar cargos. Una jueza de Wisconsin fue arrestada el mes pasado después de ser acusada de que ayudó a un hombre a evadir a las autoridades de inmigración.
“Si los funcionarios se interponen en el camino de los agentes policiales, sí, enfrentarán cargos”, advirtió el presidente.
Newsom le llamó a Trump el viernes por la noche y hablaron durante unos 40 minutos, según la oficina del gobernador. No estaba claro si conversaron el sábado o el domingo.
Hubo cierta confusión en torno al momento exacto de la llegada de los efectivos. Poco antes de la medianoche, hora local, Trump felicitó a la Guardia Nacional por su “buen trabajo”. Pero menos de una hora después, la alcaldesa Bass indicó que los soldados aún no habían arribado.
Secretario de Defensa amenaza con emplazar a infantes de Marina “si la violencia continúa”
En un comunicado divulgado el domingo, la subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, acusó a los políticos y manifestantes de California de “defender a los atroces criminales extranjeros ilegales a expensas de la seguridad de los estadounidenses”.
“En lugar de causar disturbios, deberían agradecer todos los días a los agentes del ICE, que se levantan por la mañana y hacen más seguras a nuestras comunidades”, agregó McLaughlin, refiriéndose al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas por sus iniciales en inglés.
El despliegue incluyó a miembros del 79º Equipo de Combate de la Brigada de Infantería de la Guardia Nacional de California, según una publicación en redes sociales del Departamento de Defensa.
En una señal del enfoque enérgico del gobierno, el secretario de Defensa Pete Hegseth también amenazó con desplegar a los infantes de Marina en servicio activo “si la violencia continúa” en la región.
Alrededor de 500 miembros del cuerpo de infantes de Marina estacionados en Twentynine Palms, a unas 125 millas al este de Los Ángeles, se encontraban el domingo en un “estado de preparación para despliegue”, según el Mando Norte de Estados Unidos.
El senador Bernie Sanders señaló que la orden de Trump refleja a “un presidente que conduce rápidamente a este país hacia el autoritarismo” y “usurpa los poderes del Congreso federal”.
La exvicepresidenta Kamala Harris, quien vive en Los Ángeles, afirmó que los arrestos de inmigración y el despliegue de la Guardia Nacional son parte de una “agenda cruel y calculada para sembrar pánico y división”.
Añadió que apoya a aquellos “que se levantan para proteger nuestros derechos y libertades fundamentales”.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson —firme aliado de Trump—, respaldó la medida del presidente, insistiendo en las críticas de los republicanos contra los demócratas de California.
“Gavin Newsom ha demostrado una incapacidad o falta de voluntad para hacer lo que es necesario, por lo que el presidente intervino”, expresó Johnson.