Tulsa, Oklahoma. Un joven de 19 años fue sentenciado el jueves a cinco cadenas perpetuas consecutivas por matar a puñaladas a su padre y tres hermanos. Aun con la posibilidad de libertad condicional, difícilmente recuperará la libertad algún día. 

Michael Bever tenía 16 años en 2015 cuando, junto con su hermano mayor Robert, mató a su madre, padre, hermanos menores y hermana de 5 años en su casa en un suburbio de Tulsa. Otras dos hermanas sobrevivieron. 

Robert Bever, quien tenía 18 años en el momento de los crímenes, se declaró culpable en 2016 y fue sentenciado a perpetua sin la posibilidad de libertad condicional. 

Michael Bever fue declarado culpable en mayo de cinco homicidios agravados y de un ataque con intención de matar a su hermana, entonces de 13 años, quien sobrevivió, por el que recibió una pena de 28 años. 

Una hermana de 2 años resultó ilesa. 

La defensa argumentó que Michael Bever fue arrastrado al delito por su hermano mayor, y Robert Bever declaró que se hacía responsable de todos los homicidios. 

Los fiscales sostuvieron que Michael Bever participó de buen grado en los crímenes y merecía pasar el resto de su vida tras las rejas.