Washington. La congresista de extrema derecha Marjorie Taylor Greene, cercana al expresidente republicano Donald Trump, intentó este miércoles, sin éxito, destituir a su jefe y compañero de partido Mike Johnson como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Greene se puso en pie en el hemiciclo de la Cámara Baja y leyó una larga lista de “transgresiones” que dijo que Johnson había cometido como presidente, mientras sus compañeros de bancada la abucheaban y gritaban en señal de desaprobación.

De esa forma, Greene presentó formalmente una moción para destituir a Johnson, el republicano de mayor rango en Washington y que asumió como presidente de la Cámara Baja en octubre de 2023.

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La Cámara de Representantes sometió a voto la medida de manera inmediata y la petición para destituir a Johnson fue rechazada por 359 de los legisladores, mientras que 43 votaron a favor de su salida y siete simplemente votaron presente, lo que equivale a abstenerse.

Más republicanos (196) votaron a favor de rechazar la moción de Greene que demócratas (163). Solo 11 republicanos votaron a favor de destituir a su jefe.

Greene anunció en marzo su intención de intentar destituir a Johnson, pero hasta hoy no había activado el mecanismo para hacerlo.

Detrás de su decisión se esconde el descontento del ala más dura del Partido Republicano con la aprobación por parte de la Cámara Baja, con la mayoría de republicanos en contra, de los presupuestos para el año fiscal 2024 que el equipo de Johnson negoció con los demócratas y la Casa Blanca.

Johnson llegó a la Presidencia de la Cámara Baja a raíz de que una pugna fratricida dentro del Partido Republicano hiciera caer al anterior presidente, Kevin McCarthy, precisamente por un acuerdo presupuestario con los demócratas.

La caída de McCarthy en octubre del año pasado sumió a la Cámara Baja y a los republicanos en el caos durante semanas hasta que se pusieron de acuerdo en Johnson.

La situación ahora, sin embargo, es diferente. Las elecciones de noviembre han cambiado la ecuación, con el liderazgo del partido republicano queriendo mostrar unidad y convencer a los votantes de su efectividad, frente a las imágenes de caos de los últimos meses.