PARKLAND, Florida. La masacre de Marjory Stoneman Douglas High School, cuyo primer aniversario se conmemora hoy, renovó el debate nacional sobre armas y seguridad escolar, convirtió a los padres de algunas víctimas y estudiantes sobrevivientes en activistas políticos y al menos temporalmente terminó la carrera del alguacil local.

Pero el aniversario hoy, jueves, consistirá principalmente en recordar a los 14 estudiantes y tres miembros del personal que murieron en el tercer tiroteo masivo de alto perfil en Florida desde 2016.

Se llevará a cabo un servicio interreligioso en un parque Parkland, cerca de la escuela, para recordar a las víctimas. Los estudiantes también realizarán proyectos de servicio y observarán un momento de silencio y se abrirá un templo temporal no confesional en el vecino Coral Springs para que las personas puedan presentar sus respetos. La estructura finalmente se quemará en una ceremonia de purificación. La seguridad en toda la comunidad y en las escuelas será alta.

"No necesitamos (el aniversario) para recordarnos lo que sucedió. Vivimos con eso todos los días", dijo el empresario Andrew Pollack, cuya hija Meadow, de 18 años, murió en el ataque. Se reunió con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca después del tiroteo y se convirtió en asesor del gobernador Ron DeSantis y su predecesor, Rick Scott.

Asimismo, ayer el gobernador de Florida, Ron DeSantis, presentó un plan de seguridad para las escuelas diseñado a partir de las fallas detectadas en la secundaria de Parkland que hace un año fue escenario de un tiroteo que dejó 17 muertos.

"Si bien no podemos recuperar a los inocentes perdidos, podemos honrar su memoria aprendiendo de los errores cometidos y resolviendo corregir rápidamente todo lo que está bajo nuestro control", manifestó DeSantis la víspera del primer aniversario de la masacre.

DeSantis emitió una orden ejecutiva que incluye recomendaciones hechas por una comisión conformada tras el tiroteo en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Broward, al norte de Miami, perpetrado el 14 de febrero de 2018 por Nikolas Cruz con un fusil de asalto.

La medida instruye a los departamentos de Educación y Justicia Juvenil a realizar una auditoría de programas disciplinarios de estudiantes en problemas, como uno del condado de Broward que atendió a Cruz, quien fue alumno de la escuela donde cometió el tiroteo y hoy espera juicio en prisión.

DeSantis también solicitó hoy al Tribunal Supremo de la Florida conformar un gran jurado estatal para examinar y revisar las medidas de seguridad escolar, así como las respuestas de las entidades públicas a las leyes diseñadas para proteger las escuelas.

"A medida que se acerca el primer aniversario de uno de los días más oscuros de la historia de la Florida, está claro que se debe hacer más", expresó el gobernador.

"Queremos asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para que la gente pueda tener escuelas seguras", manifestó el republicano acompañado de Andrew Pollack, padre de Meadow, una de las estudiantes muertas.

DeSantis ordenó también ampliar hasta abril próximo el plazo de inscripción de alguaciles que quieran participar en el programa "Guardian" de protección de escuelas, al señalar que aún hay 50 millones de dólares disponibles para ese fin.

Este polémico programa, que permite personal armado en las escuelas, podría extenderse a los maestros de tiempo completo que quieran sumarse voluntariamente, si es aprobado un proyecto de ley que ya avanzó esta semana en un comité del Senado y que ha sido cuestionado por los demócratas.

Además de guardianes armados, que excluye por ahora maestros, una ley aprobada en 2018 a raíz del tiroteo de Parkland incrementa la edad mínima para adquirir un arma de los 18 hasta los 21 e impone un período de espera de tres días para la mayoría de las compras de armas de largo alcance.

DeSantis recordó la frecuencia de los tiroteos en Florida, como los ocurridos en el bar Pulse, en el que murieron 49 personas en Orlando, en el aeropuerto de Fort Lauderdale, en un centro de convenciones en Jacksonville, e incluso en un salón de yoga y un banco.

"Florida ha experimentado muchos actos de violencia masiva sin sentido en los últimos años, lo cual debe terminar ahora", dijo.