Estados Unidos está teniendo su peor año de propagación del sarampión en más de tres décadas, con un total de 1,288 casos a nivel nacional en lo que va del año.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron el miércoles que el conteo nacional de casos superó el de 2019, cuando hubo 1,274 casos en todo el año y el país casi perdió su estatus de haber eliminado la enfermedad prevenible por vacunación. Eso podría suceder este año si el virus se propaga sin parar durante 12 meses.

Los brotes de este año, algunos de ellos interconectados, comenzaron hace cinco meses en comunidades con baja vacunación en el oeste de Texas. Tres personas han muerto —dos niños en Texas y un adulto en Nuevo México— y decenas de personas han sido hospitalizadas. Los expertos en salud pública sostienen que el verdadero número de casos podría ser mayor de lo que los departamentos de salud estatales han confirmado.

América del Norte tiene otros tres brotes importantes de sarampión: 2,966 casos en el estado de Chihuahua, México; 2,223 en Ontario, Canadá, y 1,230 en Alberta, Canadá. En Estados Unidos, otros 12 estados tienen brotes confirmados actuales de tres o más personas —Arizona, Colorado, Georgia, Illinois, Iowa, Kansas, Michigan, Montana, Nuevo México, Dakota del Norte, Oklahoma y Utah— y otros cuatro estados vieron finalizar sus brotes.

La vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola es 97% efectiva para prevenir el sarampión después de dos dosis.

La Organización Mundial de la Salud dijo en 2000 que el sarampión había sido eliminado de Estados Unidos.

Los CDC identificaron 22 brotes en 2019, los más grandes en Nueva York —412 en el estado de Nueva York y 702 en la ciudad de Nueva York. Estos estaban vinculados porque el sarampión se estaba propagando entre comunidades judías ortodoxas muy unidas, según la agencia de salud.

Es una situación similar en América del Norte este año, donde los brotes en Canadá, México y Texas provienen de grandes comunidades menonitas en las regiones. Las iglesias menonitas no desalientan formalmente la vacunación, aunque las comunidades menonitas más conservadoras históricamente tienen bajas tasas de vacunación y desconfianza hacia el gobierno.

Un estudio reciente encontró que las tasas de vacunación infantil contra el sarampión cayeron después de la pandemia de COVID-19 en casi el 80% de los más de 2,000 condados de Estados Unidos con datos disponibles, incluidos los estados que están luchando contra brotes este año.

Solo el 92.7% de los niños de kindergarten en Estados Unidos tenían la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola en el año escolar 2023-2024, por debajo del 95% necesario para prevenir brotes. En el condado de Gaines, Texas, el epicentro del brote en Texas, solo el 82% de los niños de kindergarten estaban al día con las vacunas MMR.