Nueva York. El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció este miércoles que firmará una orden ejecutiva para declarar festivo el 19 de junio, o “Juneteenth”, y conmemorar así el fin de la esclavitud y la emancipación de los afroamericanos en Estados Unidos, una decisión que se produce en un contexto de importantes manifestaciones contra el racismo sistémico y la brutalidad policial en ese país.

Nueva York se une a otros estados, como Virginia, que buscan celebrar y recordar lo ocurrido el 19 de junio de 1865, cuando el general de la Unión Gordon Granger leyó las órdenes federales en Galveston, Texas, en las que se establecía que todas las personas esclavizadas anteriormente en este estado eran libres a partir de ese momento.

Aunque la Proclamación de Emancipación había liberado formalmente a los afroamericanos casi dos años y medio antes y la Guerra Civil estadounidense había terminado con la derrota de los Estados Confederados en abril, Texas era el territorio más remoto de los estados esclavos, con una baja presencia de tropas de la Unión, por lo que la aplicación de la proclamación había sido especialmente lenta.

El “Juneteenth” también es conocido como el día de la Libertad o día de Jubileo y este año coincide con la oleada de protestas a lo largo de todo el país en contra de la violencia policial y el racismo institucional que tienen lugar desde el homicidio el pasado 26 de mayo del ciudadano afroamericano George Floyd, quien fue asfixiado hasta la muerte por un agente de policía blanco de Minneapolis, en Minnesota.

La fecha se empezará a celebrar en Nueva York a partir de este mismo viernes, que será festivo únicamente para los funcionarios del estado, si bien la intención del gobernador es convertir la orden ejecutiva en ley para que el día sea festivo estatal a partir del año próximo.

Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha visto envuelto en una polémica respecto a este día, ya que programó para este viernes la celebración de un mitin en Tulsa, en el estado de Oklahoma, que le ocasionó numerosas críticas por la coincidencia en las fechas, lo que obligó al mandatario a retrasar el evento.