CHICAGO. El reverendo Jesse Jackson, quien ha estado recibiendo cuidados las 24 horas en su domicilio, fue hospitalizado debido a un trastorno neurológico poco común, según informó su organización con sede en Chicago.

Al líder de los derechos civiles se le diagnosticó la enfermedad de Parkinson hace aproximadamente una década. Sin embargo, su organización Rainbow/PUSH informó el jueves que el hombre de 84 años permanecía en observación en un hospital de Chicago por parálisis supranuclear progresiva (PSP), un trastorno neurodegenerativo que ha estado padeciendo durante más de una década y que le fue diagnosticado en abril. Se reportó que su condición era estable.

Relacionadas

“La familia agradece todas las muestras de cariño y oraciones”, expresó la organización en un comunicado emitido el jueves por la noche, un día después de su ingreso. Jackson había sufrido síntomas compatibles con el Parkinson y reveló su diagnóstico en 2017, pero durante una visita a la Clínica Mayo en abril, los médicos confirmaron el diagnóstico de PSP, que puede presentar síntomas similares a los del Parkinson.

El arzobispo Roberto González Nieves y el reverendo estadounidense Jesse Jackson visitaron a Rubén Berríos Martínez en el campamento, donde se mantuvo en desobediencia civil por un año.
El activista, de 84 años participó en los actos de desobediencia civil, como parte de la lucha por la salida de la Marina de Vieques.

Tras revelar en 2017 que recibía tratamiento ambulatorio, Jackson continuó haciendo apariciones públicas, incluso en la Convención Nacional Demócrata de 2024 en Chicago. El dos veces candidato presidencial renunció a la dirección de su organización Rainbow/PUSH en 2023 y su hijo, Yusef Jackson, asumió el cargo de director de operaciones el año pasado.

Según familiares, el reverendo Jackson ha estado usando silla de ruedas y continuó yendo a la oficina con regularidad hasta hace unos meses. En los últimos meses, sus familiares, incluidos sus hijos, el congresista Jonathan Jackson y Jesse Jackson Jr., excongresista de Illinois que buscaba la reelección, le han brindado cuidados las 24 horas en turnos.

El reverendo ha tenido dificultades para mantener los ojos abiertos y no puede hablar. Sin embargo, ha encontrado maneras de comunicarse con familiares y amigos que lo visitan, según declaró su hijo Jesse Jackson Jr. a The Associated Press el mes pasado. “Te aprieta la mano”, dijo.