Washington. El Departamento de Justicia de Estados Unidos está creando una unidad especializada en terrorismo interior, anunció el martes a los legisladores el máximo responsable de seguridad nacional del departamento, al describir una amenaza “elevada” de extremistas violentos en el país.

El subsecretario de Justicia Matthew Olsen, al testificar apenas unos días después de que la nación recordara el primer aniversario de la violenta revuelta en el Capitolio, dijo que la cantidad de investigaciones del FBI sobre presuntos extremistas violentos dentro del país ha aumentado más del doble desde la primavera de 2020.

“Hemos visto una creciente amenaza de aquellos que están motivados por la animosidad racial, así como de aquellos que se adhieren a ideologías extremistas antigubernamentales y en contra de las autoridades”, afirmó Olsen.

La evaluación de Olsen fue hecha luego de una advertencia hecha en marzo del año pasado por el director del FBI, Christopher Wray, quien testificó que la amenaza estaba “haciendo metástasis”. Jill Sanborn, la subdirectora ejecutiva a cargo de la rama de seguridad nacional del FBI que testificó junto a Olsen, dijo el martes que la mayor amenaza proviene de los extremistas solitarios que se radicalizan en línea y buscan ejercer violencia contra los llamados “objetivos fáciles”.

La División de Seguridad Nacional, que dirige Olsen, tiene una sección de contraterrorismo, pero Olsen le dijo a la Comisión Judicial del Senado que decidió crear una unidad especializada en terrorismo interno “para aumentar nuestro enfoque existente” y para “garantizar que estos casos se manejen adecuadamente y se coordinen de manera efectiva” en todo el país.

La creación de una unidad nueva subraya hasta qué punto el extremismo de la violencia dentro de Estados Unidos, que durante años después de los ataques del 11 de septiembre se vio eclipsado por la amenaza del terrorismo internacional, ha atraído atención urgente dentro del gobierno federal.

Sin embargo, el tema sigue estando cargado políticamente, en parte porque la ausencia de un estatuto federal contra el terrorismo interior ha generado ambigüedades en cuanto a qué tipo de violencia cumple con esa definición.

Varios senadores republicanos, por ejemplo, opinaron el martes que el FBI y el Departamento de Justicia habían prestado más atención a la revuelta del 6 de enero que a los disturbios que estallaron en varias ciudades estadounidenses en 2020 a raíz de las protestas por la justicia racial.

El senador Ted Cruz, republicano por Texas, acusó al Departamento de aplicar un trato “tremendamente dispar”. El senador Chuck Grassley, el republicano de mayor rango en el Senado, reprodujo videos de la violencia de 2020 como contrapartida al video de los disturbios del Capitolio del 6 de enero reproducido por el senador demócrata Richard Durbin, presidente del panel.

Los funcionarios dijeron que el Departamento trata la violencia extremista interior de la misma manera, independientemente de su ideología.