Las fuerzas armadas de Estados Unidos gastaron más de 6,000 millones de dólares en los últimos tres años para reclutar y retener soldados, en lo que ha sido una creciente campaña para contrarrestar la escasez de alistamientos.

Los incentivos financieros para enlistarse nuevamente en el Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y los Marines incrementaron drásticamente desde 2022 hasta el año pasado, y la Marina invirtió mucho más que las demás instituciones, de acuerdo con los totales de financiamiento dados a conocer. La cantidad total de bonos de reclutamiento también aumentó de manera constante, impulsada por incrementos significativos en el gasto del Ejército y el Cuerpo de Marines.

Los servicios militares han invertido rutinariamente en bonos de reclutamiento y retención a lo largo de los años. Pero los totales se dispararon cuando los líderes del Pentágono intentaron revertir la caída de alistamientos, particularmente cuando las restricciones por el COVID-19 provocaron el cierre de eventos públicos, ferias y visitas escolares de las que dependían los reclutadores para reunirse con los jóvenes.

Junto con una serie de nuevos programas, un mayor número de reclutadores y ajustes a los requisitos de alistamiento, los incentivos adicionales han ayudado a los servicios a recuperarse de la escasez. Todos, excepto la Marina, cumplieron con sus objetivos de reclutamiento el año pasado y se tiene previsto que todos lo hagan este año.

El presidente Donald Trump y el secretario de Defensa Pete Hegseth señalan repetidamente la elección de Trump como un motivo en el repunte de reclutamiento. Pero los aumentos en el alistamiento comenzaron mucho antes de noviembre pasado, y los funcionarios los han vinculado más directamente a las reformas generalizadas que han realizado los servicios, incluidos los aumentos en los incentivos financieros.

El Ejército, el servicio militar más grande, gastó más en bonificaciones de reclutamiento en 2022 y 2024 que los otros servicios. Pero la Marina lo superó significativamente en gastos durante 2023, cuando luchaba por dejar atrás una gran escasez de alistamiento.

Como resultado, aunque la Marina es un servicio más pequeño, gastó más que el Ejército en los tres años.

La Marina también ha gastado considerablemente más que los demás para retener a sus elementos, repartiendo bonificaciones de retención a unos 70,000 miembros en cada uno de los últimos tres años. El total duplica con creces al número de soldados a los que el Ejército otorgó bonos de retención en cada uno de los años, a pesar de que el Ejército es un servicio mucho más grande.

“La Marina está dedicada a retener a nuestros marinos más capaces; la retención es un componente crítico para lograr nuestros objetivos, destacó el almirante James Kilby, el subjefe de operaciones navales, dijo a una subcomisión de Servicios Armados del Senado en marzo pasado.

Afirmó que la renovación de marinos “se mantiene saludable”, pero sigue siendo complicado retener a oficiales en trabajos específicos, incluidos aviación, eliminación de artefactos explosivos, guerra en superficie y submarina, profesionales de la salud y operaciones navales especiales. Añadió que la Marina ha tenido dificultades para llenar todos sus puestos en el mar por lo que utiliza incentivos financieros para combatir el problema.

El Ejército ha experimentado las mayores dificultades de reclutamiento en la última década, y al utilizar una variedad de nuevos programas y políticas ha tenido una de los mayores recuperaciones. La Marina ha tenido más problemas recientemente y tomó una serie de medidas para expandir a los miembros elegibles y gastar más en bonificaciones.

Mientras que el Ejército gasta cientos de millones cada año para reclutar tropas, también ha confiado en una variedad de nuevos programas y políticas para atraer jóvenes. Un factor clave del repunte del Ejército ha sido su decisión de crear el Curso de Preparación para Soldados del Futuro, en Fort Jackson, Carolina del Sur, en agosto de 2022.

Ese programa le ofrece a los reclutas de menor rendimiento hasta 90 días de instrucción académica o física para ayudarlos a cumplir con los estándares militares y pasar al entrenamiento básico. Ha resultado en miles de alistamientos.

La Fuerza Aérea aumentó su gasto en bonos de reclutamiento en 2023 mientras también pasaba problemas para superar su escasez, aunque redujo la cantidad al año siguiente. Se realizaron los pagos por trabajos que incluyen sistemas de municiones, mantenimiento de aeronaves y fuerzas de seguridad. La Fuerza Espacial actualmente no autoriza los bonos de alistamiento.

El Cuerpo de Marines y la pequeña Fuerza Espacial han cumplido consistentemente con sus objetivos de reclutamiento, aunque los Marines tuvieron que llegar al fondo de su grupo de candidatos de entrada diferida en 2022 para cumplir con su meta. La institución, que es mucho más pequeña que el Ejército y la Fuerza Aérea, gasta menos en bonificaciones y tiende a distribuir la cantidad entre un mayor número de elementos.

El mayor Jacoby Getty, portavoz de los Marines, dijo que el aumento en las bonificaciones de retención, de 126 millones de dólares en 2023 a 201 millones en 2024, se debió a que a los Marines se les permitió por primera vez enlistarse nuevamente un año antes. Como resultado, más de 7,000 Marines recibieron bonificaciones, un aumento de casi 2,200 respecto al año anterior.

Cuando se le preguntó sobre las bonificaciones en 2023, el general Eric Smith, comandante de los Marines, dijo en una conferencia que “tu bonificación es que puedes llamarte a ti mismo un Marine”.

“Esa es tu bonificación, ¿verdad?” dijo. “No hay una cantidad de dinero que vaya con eso”.

Los servicios adaptan su dinero de reclutamiento y retención para reforzar las vacantes más difíciles de llenar, como aquellas en materia de ciberseguridad, inteligencia y fuerzas de operaciones especiales. El Ejército y el Cuerpo de Marines también utilizan el dinero para atraer elementos hacia algunos trabajos de combate y artillería.