Washington. Las autoridades estadounidenses incautaron de los viajeros en aeropuertos durante 2022 más de 6,532 armas de fuego, 88% de ellas cargadas, informó hoy la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA).

La cifra de armas de fuego decomisadas es la más alta en la historia de dos décadas de la TSA y representa un incremento de casi 10% sobre las 5,972 confiscadas el año previo, indicó la agencia.

El número de confiscaciones de armas de fuego portadas por los viajeros en aeropuertos de Estados Unidos ha crecido año a año desde 2010, cuando hubo 1,123, con un descenso sólo en 2020, cuando la pandemia del COVID-19 redujo el número de viajes.

El Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson, en Atlanta, Georgia, encabezó la lista de 262 terminales aéreas donde los agentes descubrieron armas de fuego, con un total de 448 durante todo el año pasado.

Le siguen en la lista de TSA el Aeropuerto Internacional Dallas/Fort Worth, Texas, con 385; el Aeropuerto Intercontinental George Bush, en Houston, Texas, con 298; el Aeropuerto Internacional Nashville, Tennessee, con 213, y el Aeropuerto Internacional Sky Harbor en Phoenix, en Arizona, con 196.

La agencia recordó que a partir de diciembre pasado se ha incrementado de $13,910 a $14,950 la multa máxima por infracción de las reglas sobre el porte de armas de fuego.

De acuerdo con la política de la agencia, los individuos que lleven armas cargadas o bien descargadas con munición accesible pueden enfrentar multas desde los $3,000, además de ser remitidos a las autoridades policiales.

A aquellos con “circunstancias agravantes”, incluyendo un historial de introducir armas cargadas a sitios de control de seguridad, se les podría aplicar la multa máxima.

El viajero puede transportar armas de fuego descargadas dentro de un contenedor de material duro y cerrado con candado, que se despacha como equipaje. El viajero debe declarar el arma y la munición a la aerolínea cuando despacha el equipaje.