Unos 4.5 millones de estadounidenses se pusieron la semana pasada la dosis de refuerzo adaptada a la variante ómicron del coronavirus, en lo que supone el mayor incremento registrado en la campaña de vacunación de este año, dijo este jueves la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

La portavoz explicó que esa cifra supone un incremento del 40% respecto a la semana anterior y refleja un “fuerte progreso” en la campaña de vacunación que ha lanzando el Gobierno estadounidense de cara al invierno, aunque “no es suficiente”.

En Estados Unidos, donde viven unos 320 millones de personas, solo unos 20 millones se han puesto las dosis de refuerzo actualizadas para hacer frente a las subvariantes BA4 y BA5 de ómicron, dijo Jean-Pierre a la prensa a bordo del avión presidencial.

No obstante, las autoridades sanitarias esperan que ese número aumente a medida que se acerca el invierno y más estadounidenses acudan a vacunarse contra la gripe, momento en el que se espera que muchos decidan recibir también la vacuna actualizada contra las subvariantes de ómicron.

Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), un 68,1% de la población se ha puesto las dos dosis iniciales de las vacunas de Moderna y Pfizer o se han inmunizado con una dosis de Johnson & Johnson.

Sin embargo, solo un 49% se han puesto la dosis de refuerzo que recomendaban las autoridades para toda la población y que, según han demostrado estudios científicos, es especialmente efectiva para prevenir la muerte o la hospitalización por cualquier variante de la covid-19.