Estos son los fondos que quedarían congelados si prospera el plan de rescisión de Trump
El Senado federal debe decidir si concede la petición al presidente estadounidense.

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Los republicanos del Senado pondrán a prueba esta semana la popularidad de los recortes de gastos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) al intentar aprobar la solicitud del presidente Donald Trump de paralizar $9,400 millones en fondos destinados a medios públicos y ayuda extranjera.
Los demócratas del Senado intentan bloquear la medida, pero necesitan que algunos republicanos incómodos con el esfuerzo del presidente se unan a ellos.
La administración republicana de Trump está utilizando una herramienta poco común que permite al presidente solicitar la cancelación de fondos previamente aprobados. Esta solicitud activa un plazo de 45 días durante el cual los fondos quedan congelados. Si el Congreso no actúa dentro de ese período, el gasto sigue en pie. Ese plazo expira el viernes.
La Cámara de Representantes ya aprobó la solicitud de Trump con una votación mayoritariamente partidista de 214 a 212. El Senado tiene poco tiempo para actuar antes de la fecha límite para la firma del presidente. Si los senadores modifican la legislación, se necesitará una nueva votación en la Cámara, lo que añade más incertidumbre al resultado.
Medios públicos en la mira
Trump ha pedido a los legisladores que rescindan casi $1,100 millones destinados a la Corporation for Public Broadcasting (Corporación para la Radiodifusión Pública), lo que representa la totalidad de los fondos que se le asignarían durante los próximos dos años fiscales.
La Casa Blanca afirma que el sistema de medios públicos tiene un sesgo político y representa un gasto innecesario. La corporación distribuye más de dos tercios del dinero a más de 1,500 estaciones locales de televisión y radio pública, y gran parte del resto se asigna a National Public Radio (NPR) y al Public Broadcasting System (PBS) para apoyar la programación nacional.
Las posibles consecuencias de estos recortes para las estaciones locales de medios públicos han generado preocupación en ambos lados del espectro político.
El senador Mike Rounds, republicano por Dakota del Sur, dijo que le preocupa cómo afectarán las reducciones a las estaciones de radio que transmiten para comunidades nativas en su estado. Señaló que la gran mayoría de su financiación proviene del gobierno federal.
“Estas estaciones no tienen una naturaleza política”, dijo Rounds. “Es la única forma real de comunicación en las zonas muy rurales de nuestro estado, y también en muchos otros estados”.
La senadora Lisa Murkowski, republicana por Alaska, afirmó que, en el caso de las estaciones de radio tribales en su estado, “casi sin excepción, están diciendo que cerrarán si los fondos para la radiodifusión pública dejan de estar disponibles para ellas”.
Recortes a la ayuda humanitaria
Como parte del paquete, Trump ha pedido a los legisladores que rescindan aproximadamente $8,300 millones en programas de ayuda exterior destinados a combatir el hambre y las enfermedades, y a promover la estabilidad global.
Entre los objetivos de los recortes se incluyen:
— $900 millones para combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades, y para fortalecer los sistemas de detección que previenen epidemias más amplias.
— $800 millones para un programa que ofrece refugio de emergencia, acceso a agua y saneamiento, y reunificación familiar para personas forzadas a huir de sus países.
— $4,150 millones para dos programas diseñados para impulsar las economías e instituciones democráticas en países en desarrollo y estratégicamente importantes.
— $496 millones para asistencia humanitaria, como alimentos, agua y atención médica, en países afectados por desastres naturales y conflictos.
Algunos de los recortes en salud afectan a un programa conocido como PEPFAR, iniciado por el presidente George W. Bush, republicano, para combatir el VIH/SIDA en países en desarrollo. Este programa es reconocido por haber salvado 26 millones de vidas y cuenta con amplio apoyo bipartidista.
La administración también señaló que algunos recortes, como la eliminación de fondos para UNICEF, incentivarían a las organizaciones internacionales a ser más eficientes y a buscar contribuciones de otras naciones, “poniendo en primer lugar a los contribuyentes estadounidenses”.
Los líderes estadounidenses han sostenido con frecuencia que ayudar a otras naciones mediante el uso del “poder blando” no solo es lo correcto, sino también lo inteligente.