El presidente estadounidense, Donald J. Trump celebró hoy, martes, la aprobación de su “Big Beautifull Bill” en una votación que rompió récord de discusión -22 horas- y que además tuvo que contar con el voto del vicepresidente y constitucionalmente presidente del Senado, JD Vance para desempatar.

El proyecto presupuestario estuvo en la cuerda floja durante varias semanas, luego de que la “Congressional Budget Office (CBO)“ señalara que el plan agregaría unos 3.3 billones de dólares al déficit federal entre 2025 y 2034. La medida aumenta el gasto, por ejemplo, en la seguridad fronteriza, asignándole unos $40,000 millones.

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Otros legisladores no tenían claro su voto a la propuesta prespuestaria de Trump, entre otras cosas, por los recortes que impondría al Medicaid.

El Medicaid, que proporciona cobertura médica gratuita o de bajo costo a personas con ingresos limitados, especialmente adultos mayores, podría enfrentar recortes que suman $800 millones. Además, la medida requeriría que los beneficiarios cumplan con nuevos requisitos como varias horas de trabajo comunitario mensual para adultos sin discapacidad física y verificación de elegibilidad cada seis meses y no anualmente, como se hace ahora.

Finalmente, el proyecto superó el trámite en el Senado luego de que los republicanos lograran convencer a la senadora Lisa Murkowski, de Alaska, de votar a favor, pese a que inicialmente se mostraba renuente a respaldar la medida. Su apoyo fue clave para empatar la votación, lo que permitió que la legislación fuera aprobada gracias al voto de desempate del vicepresidente J.D. Vance.

La legislación, no obstante, tuvo votos republicanos en contra. Estos son los senadores republicanos que votaron en contra de la medida pese a las exigencias de Trump:

Rand Paul

El senador republicano de Kentucky, conocido por no fomentar el exceso de gasto público, votó en contra de la medida, precisamente centrado en las proyecciones que indican que aumentará el déficit del Gobierno de Estados Unidos.

Rand Paul (AP)
El senador Rand Paul (AP)

“El déficit aumentará en 270 mil millones de dólares el próximo año... Eso no me suena nada conservador, y por eso voto en contra”, precisó el senador de 62 años.

Susan Collins

Collins, republicana del estado de Maine y una de las senadoras con mayor experiencia en el alto cuerpo, votó en contra de la medida por los recortes al Medicaid.

“Aproximadamente 400,000 habitantes de Maine —casi un tercio de la población del estado— dependen de este programa”, dijo en un comunicado de prensa que citan medios estadounidenses como ABC y CNN.

La senadora federal Susan Collins (R-Maine) dijo que no podía vislumbrar la posibilidad de apoyar el último esfuerzo de su partido para revocar la ley federal de salud aprobada por el presidente Barack Obama. (Archivo / AP)
La senadora federal Susan Collins.

“Una reducción drástica en los fondos futuros de Medicaid —se estima una pérdida de 5.9 mil millones de dólares en Maine durante los próximos 10 años— podría amenazar no solo el acceso a la atención médica para los ciudadanos, sino también la propia existencia de varios de nuestros hospitales rurales”, agregó al explicar su determinación.

Thom Tillis

Tills, de Carolina del Norte, se expresó en contra de la medida durante semanas y hasta anunció que no buscará un próximo término como senador luego de que recibiera críticas de Trump por su postura.

Para el republicano, el plan de Trump rompe con las promesas que hizo durante su campaña presidencial porque aunque corta fondos a algunos programas, aumenta el gasto en muchos otros.

El senador Thom Tillis.
El senador Thom Tillis. (Gerry Broome)

“Es ineludible que este bill, en su forma actual, traicionará la misma promesa que Donald J. Trump hizo en el Despacho Oval o en la sala del Gabinete cuando yo estaba allí con las finanzas. Dijo: ‘Podemos perseguir el despilfarro, el fraude y el abuso’ en cualquier programa... Le digo al presidente que le han informado mal”, afirmó Tillis al criticar la medida.

El republicano completó el trío de senadores en contra del proyecto presupuestario.

La medida, aunque aprobada en el Senado, retorna ahora a la Cámara de Representantes federal para su aprobación final tras la incorporación de varias enmiendas.