Denver. Los latinos son el grupo que más se cuestiona si al morir llegarán a un lugar de felicidad en el más allá, con sólo un 30 % de hispanos seguros de la felicidad eterna, revela una encuesta nacional publicada este martes por la consultora LifeWay Research.

El sondeo, realizado para determinar el impacto de la pandemia en “las preguntas más importantes que enfrentan los seres humanos”, encontró que, a pesar de que el 85 % de todos los encuestados cree en vida después de la muerte, los latinos son el grupo que más se cuestiona si llegará a un lugar de felicidad en el más allá.

Sólo un 30 % de hispanos se mostraron seguros de la felicidad eterna, comparados con el 31 % de afroamericanos y el 40 % de blancos que afirman que “nunca dudan” de que llegarán “al cielo”.

Por contra, las entrevistas apuntan que el 79 % de los hispanos consultados considera que es importante “conectarse con el propósito y significado superior de mi vida”, comparado con el 71 % de los blancos y el 68 % de los afroamericanos con esa misma postura.

De hecho, uno de cada cinco latinos (26 %) piensa cada día cómo encontrar ese propósito y significado en su vida, comparado con el 34 % de afroamericanos y el 17 % de blancos que diariamente ponderan esa pregunta.

A la vez, casi nueve de cada diez hispanos y afroamericanos están seguros de que ese propósito existe, contra ocho de cada diez blancos compartiendo esa creencia.

Y tres de cada cuatro hispanos y afroamericanos sostienen que la prioridad de la vida debe ser encontrar ese propósito, contra menos de dos de cada tres blancos compartiendo esa opinión.

Según Scott McConnell, director ejecutivo de LifeWay Research, esos números indican que, al comparar los resultados actuales con los de una encuesta similar realizada en 2011, la pandemia no afectó las creencias de las personas, pero provocó un aumento en el cuestionamiento de esas creencias.

“La mayoría de los estadounidenses todavía se inclina a que existe un propósito para la vida personal, pero, en vez de superar la pandemia pensando en algo superior, cada vez son menos los que fuertemente se adhieren a ese punto de vista”, dijo McConnell en declaraciones preparadas al presentar la nueva encuesta.

“Un creciente número de estadounidenses se muestra abierto a la idea de que no existe un mundo mejor al que ya tenemos”, agregó.

Desde un punto de vista religioso, esa situación genera la paradoja antes mencionada: la mayoría de la población estadounidense quiere ir al “cielo” tras la muerte, pero esa misma mayoría ya no está tan segura como lo estaba hace una década de que exista algo más allá de este mundo físico.

Esa discrepancia de creencias se debe, explicó McConnell, a que la pandemia no modificó las creencias, sino que provocó que “de la noche a la mañana, muchas de las experiencias, placeres y medidas de éxito se volviesen irrelevantes”.

Como consecuencia, más personas se cuestionan sus posturas sobre el propósito de la vida y la posibilidad de una vida en el más allá, y aunque son pocos los estadounidenses que niegan que la vida tenga un propósito, la pandemia ha hecho que “la vida se vuelva más pesimista”, provocando que muchas personas “ya no busquen algo mejor”.

Aun así, a pesar del desproporcionado impacto negativo de la pandemia de la covid-19 en los hispanos, la encuesta deja en claro que los latinos, más que cualquier otro grupo e independientemente de su afiliación religiosa (o de no tenerla), sostienen que el propósito existe y que es importante hallarlo.