A través de representación legal, Ángel y Nicole Nieves exigieron justicia para su hijo de 14 años, quien el pasado 1 de julio fue inmovilizado por un alegado oficial de la Policía de Chicago fuera de servicio bajo la presunción de que se estaba robando una bicicleta.

“Vemos el sesgo en un oficial fuera de servicio aprovechándose de nuestro niño moreno, con cabello afro, de menor estatura, eligiendo tomar la ley en sus propias manos con fuerza física, un claro abuso de su posición de autoridad - la autoridad destinada a proteger a mi hijo, no a dañarlo”, manifestaron los progenitores en un comunicado de prensa emitido por la firma Romanucci & Blandin, con sede en Chicago.

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Los padres solicitaron responsabilidad por parte del oficial, incluyendo que se divulgue su nombre y que se presenten cargos penales por su conducta.

El incidente que fue captado en video ocurrió afuera de una cafetería Starbucks en la intersección de la calle Euclid con Northwest Highway, en Park Ridge, Illinois. Las imágenes muestran al oficial con su rodilla en la espalda del adolescente y diciendo a la gente en la escena que creía que había robado la bicicleta de su hijo.

El adolescente descrito como un estudiante de honor, deportista y activo en el ministerio juvenil de su iglesia, señaló que solo tocó la bicicleta en cuestión porque estaba en la acera por donde intentaba pasar con su propia bicicleta. Sus amigos, de hecho, lo defendieron y lograron levantarlo del suelo.

“Es irónico que el tipo de persona que estamos criando para que sean nuestros niños -jóvenes reflexivos y respetuosos que son rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para la ira- es lo opuesto al ejemplo que dio este oficial de Chicago. Pero independientemente de las circunstancias, tener contacto físico con cualquier persona, y mucho menos con un menor como adulto por cualquier motivo que no sea la defensa propia, es completamente inaceptable. Agregue a eso, una posición de poder destinada a servir y proteger a nuestras comunidades y a nuestra juventud”, señalaron Ángel y Nicole.

El caso recuerda la muerte de George Floyd, a quien el entonces policía Derek Chauvin inmovilizó con su rodilla en el cuello.

“El oficial fuera de servicio usó fuerza excesiva en un niño y escaló la situación donde este tipo de agresión claramente no era necesario. El chico no era una amenaza, no estaba armado, no había cometido ningún delito. Además, después del asesinato de George Floyd por inmovilización boca abajo, todo el mundo sabe lo peligroso que puede ser una rodilla en la espalda o el cuello. No hay excusa para el uso de esta peligrosa táctica nunca, pero ciertamente no en esta situación”, sentenció por su parte la abogada Bhavani K. Raveendran, de Romanucci & Blandin.

La defensa sostiene que el incidente es un caso de discrimen por raza.

“Este es un caso claro de discriminación racial. El oficial fuera de servicio es blanco y el niño era la única persona de color en un grupo de adolescentes. La Policía de Chicago tiene un historial de prejuicios raciales y continúa perfilando racialmente a las personas, incluso fuera de Chicago, y esa cultura impregna la vida de los oficiales. Y más allá de eso, esto fue claramente una restricción ilegal en la que el oficial usó su entrenamiento para detener a un joven sin causa probable. Hacemos un llamado para la responsabilidad total y la investigación de este incidente y la publicación del historial del oficial”, sostuvo el licenciado Antonio M. Romanucci, fundador de la firma Romanucci & Blandin.