El Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos avisó este martes que aún podría faltar el 60 % de la actividad ciclónica tras un comienzo “relativamente tranquilo” de la temporada del Atlántico, que este miércoles tiene su “pico climatológico”.

“La historia nos dice que cerca del 60 % de la actividad de la temporada ocurre después del pico (el 10 de septiembre), así que no estamos todavía fuera de peligro”, advirtió Brad Reinhart, especialista sénior del NHC, en un mensaje en video.

El meteorólogo indicó que, por ahora, “los trópicos están quietos” porque mientras se acerca el pico de la temporada de huracanes del Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, “ha habido un montón de aire seco que ha limitado la actividad de tormentas”.

Hasta ahora solo ha habido seis ciclones este año en el Atlántico: el huracán Erin, y las tormentas Andrea, Barry, Dexter, Fernand y Chantal, que ha sido la única en tocar tierra este año en Estados Unidos, donde causó dos muertos en julio en Carolina del Norte.

Esto a pesar de que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) previó una temporada ciclónica “superior a lo normal”, al estimar entre 13 y 18 tormentas tropicales, de las que entre cinco y nueve podrían transformarse en huracanes.

Andrew Hagen, especialista del NHC, recordó que el año pasado hubo tres huracanes, incluyendo dos de fuerza mayor, que tocaron tierra en Estados Unidos después del pico de la temporada: Francine (11 de septiembre), Helene (26 de septiembre) y Milton (9 de octubre).

Helene y Milton dejaron en conjunto más de 250 muertes y 120,000 millones de dólares en daños en el sureste del país.

“Al mirar hacia adelante, la actividad al final de la temporada típicamente ocurre en la mitad occidental de la cuenca del Atlántico”, expuso Hagen.

En contraste, en el Pacífico, cuya temporada ciclónica es del 15 de mayo al 30 de noviembre, se han formado una docena de tormentas Alvin, Bárbara, Cosme, Dalila, Erick, Flossie, Gil, Henriette, Ivo, Juliette, Kiko y Lorena.

De ellos, solo Erick tocó tierra el 19 de junio como huracán categoría 3 en el sur de México, donde causó daños en los estados de Oaxaca y Guerrero, incluyendo la muerte de un menor de edad y afectaciones en la infraestructura.