WASHINGTON. El FBI está preocupado de que los adversarios extranjeros podrían desplegar la inteligencia artificial como un medio para interferir en las elecciones estadounidenses y difundir desinformación, dijo el jueves un alto funcionario, describiendo la tecnología como un área " que probablemente va a ver un crecimiento en los próximos años”.

La amenaza es más que teórica ya que el uso de esa tecnología ya ha aflorado en la política.

El funcionario se refirió a un episodio ocurrido en Eslovaquia a principios de este año, en el que unos clips de audio que parecían la voz del jefe del partido liberal -en los que supuestamente hablaba de subir los precios de la cerveza y amañar el voto- se compartieron ampliamente en las redes sociales pocos días antes de las elecciones parlamentarias. Los clips eran falsos.

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En Estados Unidos se produjo un incidente con unas llamadas que se hacían pasar por el presidente Joe Biden, e instaban a los votantes de New Hampshire a abstenerse en las elecciones primarias de enero. Más tarde se descubrió que el autor de las llamadas era un consultor político que decía estar tratando de dar a conocer los peligros de las falsificaciones de inteligencia artificial.

La tecnología de IA es un reto para las fuerzas de seguridad, no sólo porque reduce la barrera de entrada para las personas que buscan hacer daño, sino también porque se suma al arsenal de los gobiernos extranjeros más sofisticados que quieren interferir en las elecciones, dijo el funcionario, que fue uno de varios funcionarios del FBI para informar a los periodistas sobre el tema de la seguridad electoral en la condición de anonimato bajo las reglas básicas establecidas por el FBI.

Los tres países que más preocupan al FBI en el actual año electoral son Rusia, Irán y China. En el pasado, los funcionarios han atribuido a estos países diferentes motivos y ambiciones en cuanto a lo que esperan conseguir influyendo en las elecciones estadounidenses.

En el caso de Rusia, funcionarios de inteligencia en 2016 y 2020 han dicho que Moscú tenía una clara preferencia por el republicano Donald Trump y tomó medidas diseñadas para que fuera elegido, incluida una sofisticada operación de hackeo y filtración de correos electrónicos demócratas, antes de que fuera elegido hace ocho años.

Un reciente informe de la comunidad de inteligencia evaluó que, en las elecciones de mitad de mandato de 2022, Rusia intentó denigrar al Partido Demócrata, con el objetivo de debilitar el apoyo estadounidense a Ucrania, y minar la confianza en los comicios.

El informe afirmaba que China trató de influir en un puñado de contiendas en las que participaban candidatos de los dos principales partidos políticos, centrándose en aquellos con opiniones contrarias a China y denigrando de forma encubierta a un senador estadounidense. Y que Irán llevó a cabo operaciones encubiertas destinadas a explotar las divisiones sociales percibidas.

En 2024, dijeron los funcionarios del FBI, China probablemente continuará sus esfuerzos para sembrar divisiones, y el FBI está observando si la guerra de Ucrania motivará el comportamiento de Rusia.