Los principales asesores del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, alteraron un informe del Departamento de Salud para ocultar el número real de fallecidos a causa del coronavirus en las residencias de ancianos del estado, reportaron The Wall Street Journal y The New York Times el jueves en la noche.

Los asesores, incluyendo la secretaria del gobernador, Melissa DeRosa, presionaron a funcionarios de salud estatales para editar el informe de julio y que contase solo a los residentes muertos dentro de los centros, y no a quienes enfermaron allí y fallecieron más tarde en un hospital, según publicaron los diarios citando documentos y personas conocedoras de las discusiones internas del gobierno.

El informe fue diseñado y publicado para responder a las críticas a Cuomo por una directiva del 25 de marzo que prohibía que los centros de mayores rechazasen a pacientes que se estaban recuperando del virus tras recibir el alta hospitalaria. Algunas residencias se quejaron entonces de que la norma podría ayudar a extender el virus.

El reporte concluyó que la directiva no tuvo repercusión en la propagación de los contagios.

El análisis estatal se basó en parte en lo que las autoridades calificaron entonces de estadística imprecisa. Según el informe, 6,432 personas fallecieron en las residencias de ancianos estatales.

Los funcionarios estatales reconocieron que el número real de decesos era más alto por la exclusión de los pacientes que murieron en hospitales, pero en aquel momento se negaron a ofrecer una estimación alegando que las cifras debían ser verificadas.

Según los diarios, los primeros borradores del informe incluían ese número, por entonces más de 9,200 muertos, hasta que los asesores de Cuomo dijeron que debía retirarse.

Funcionarios estatales insistieron el jueves en que los cambios se debieron a preocupaciones por la precisión, no para proteger la reputación de Cuomo.

“Aunque las primeras versiones del reporte incluían las muertes fuera de los centros, el grupo de trabajo para el COVID no estaba satisfecho con que los datos hubiesen sido verificados con los hospitalarios, por lo que el informe final utilizó solo datos de decesos en las instalaciones, que se divulgaron en el reporte”, señaló el vocero del Departamento de Salud, Gary Holmes.

En el momento de su publicación, científicos, profesionales de la salud y funcionarios electos criticaron el informe por fallos metodológicos y por incluir estadísticas selectivas que minimizaron el impacto real de la directiva.

Durante meses, Cuomo se ha negado a hacer públicos los datos completos acerca de como afectaron las primeras etapas de la pandemia a los residentes en centros de mayores. Una orden judicial y un reporte del fiscal del estado en enero obligaron a las autoridades regionales a reconocer que la cifra de muertos en estas instalaciones fue superior a la anunciada con anterioridad.