Washington. Milenial, abiertamente gay y menor de 40 años, el demócrata Pete Buttigieg ha dado la sorpresa en las primeras contiendas primaristas, con un estilo que aspira a parecerse al del expresidente Barack Obama (2009-2017), que mezcla con unos valores profundamente cristianos y la constante reivindicación de su condición como veterano del Ejército.

Buttigieg ganó el caucus de Iowa, al obtener 14 de los 41 delegados que estaban en juego, mientras el izquierdista y mucho más conocido Bernie Sanders se fue con 12. En New Hampshire anoche, el exrival de Hillary Clinton de 78 años se alzó con la victoriac con el 26% de los votos, según las proyecciones de los resultados parciales, mientras que el moderado Buttigieg consiguió un 24.4 %, manteniendo su condición de sorpresa.

El exalcalde de una ciudad de tamaño mediano, South Bend (Indiana), Buttigieg formalizó en abril pasado su candidatura con un discurso en el que reivindicó la necesidad de un relevo generacional para arrebatar el poder al presidente Donald Trump, al que le ha lanzado sus críticas más afiladas no desde posturas progresistas, sino desde donde más le puede doler, la religión.

SAN AGUSTÍN, FUENTE DE INSPIRACIÓN

De acuerdo a la revista The Atlantic, el exalcalde, que cita frecuentemente a San Agustín, echa en cara al presidente sus infidelidades y su falta de valores familiares.

Dentro del Partido Demócrata, Buttigieg habla de forma abierta sobre su fe cristiana, lo que contrasta con la corte de líderes evangélicos que apoyan a Trump.

Perteneciente a la Iglesia episcopal, la rama estadounidense del anglicanismo, el "alcalde Pete", como se le conoce popularmente, estudió en la escuela católica de secundaria Saint Joseph High School, de South Bend.

Allí, "en Saint Joe, no solo aprendimos la doctrina de la Iglesia sobre asuntos como la sexualidad y el aborto, sino también a comprender la historia de la Iglesia como voz de los oprimidos", escribió Buttigieg en su biografía "Shortest Way Home" (el camino más corto a casa).

En su obra, el demócrata narra cómo tuvo un despertar religioso cuando en una clase vieron una película sobre el arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 mientras oficiaba una misa por criticar las represión del régimen militar de derecha que gobernaba el país.

PUPILO DE UN PURITANO

Según la cadena CNN, Buttigieg continuó sus estudios sobre religión en la Universidad de Harvard, donde fue pupilo del influyente académico puritano Sacvan Bercovitch.

Pero, ¿cómo combinar este fervor religioso con los valores progresistas? Quizá la clave esté en la Iglesia episcopal, una de las precursoras de la teología más liberal, que en 2003 eligió al primer obispo públicamente gay, y una década más tarde votó a favor de permitir los casamientos de parejas del mismo sexo.

Sin embargo, también está considerada como la "Iglesia del establishment": De hecho, once presidentes de EE.UU. han profesado este credo.

¿SERÍA REALMENTE EL PRIMER PRESIDENTE GAY DE EE.UU.?

Buttigieg se casó en junio de 2018 con el profesor de secundaria Chasten Glezman en la iglesia de Saint James, en South Bend, en una ceremonia que incluyó lecturas como extractos de la decisión del Tribunal Supremo de legalizar el matrimonio de las parejas del mismo sexo y de un sermón de Jesús recogido en los evangelios.

Buttigieg es el primer aspirante abiertamente gay con posibilidades serias de alcanzar la Presidencia, pero como él mismo afirmaba en una entrevista al medio Axios, probablemente no se convertiría en el primer mandatario homosexual de EE.UU.

"Imagino que probablemente hayamos tenido presidentes excelentes que fueron gais, solo que no sabemos cuáles -indicó-. Es decir, estadísticamente es casi seguro."

Si llegara al poder, con 38 años, Buttigieg no solo sería el primer presidente de EE.UU. abiertamente gay, sino también el más joven; todo un contraste con Trump, que en 2017 se convirtió, con 70 años, en el mandatario de más edad en asumir el cargo en la historia del país.

Este hijo de inmigrantes y veterano de la guerra de Afganistán, toca además el piano y habla siete idiomas, entre ellos el español.

UN “PRESUNTO OBAMA”

En mítines y en eventos de recaudación de fondos, le gusta resaltar lo que él considera paralelismo con Obama y ha sostenido que su progresión en Iowa se parece a la trayectoria del expresidente en 2007, cuando ganó los caucus, una victoria que lo ayudó a convencer a los votantes afroamericanos en Carolina del Sur de la viabilidad de su campaña.

No obstante, queda por ver si Buttigieg logrará seducir al electorado afroamericano, porque su gestión de las minorías durante sus ochos años en la Alcaldía de South Bend ha sido controvertida. Sus críticos lo acusan de no haber invertido de forma equitativa en los barrios de la ciudad, dejando de lado los más pobres, y de no haber atajado la violencia policial contra la comunidad afroamericana.

"Pete puede ganar Iowa y Nuevo Hampshire y no ganará Carolina del Sur ni lo hará bien con los votantes negros aquí ni lo hará bien el 'Súper martes", dijo a Político el exlegislador por Carolina del Sur Bakari Sellers, que en el pasado respaldó a la exaspirante demócrata Kamala Harris, que se retiró en diciembre de la carrera electoral.

Es más, “si alguien quiere decirles que Pete Buttigieg es Barack ignoran profundamente los hechos. El mayor problema de Pete es que no tiene ninguna conexión, ninguna relación con la comunidad afroamericana”, zanjó Sellers.