La exnovia de Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell, quiere mantener en secreto los registros del gran jurado en el caso de tráfico sexual que la llevó a prisión, según informaron el martes sus abogados, mientras los fiscales continúan presionando a la corte para que se divulgue parte de ese material en un caso penal que se ha convertido en un escándalo político.

Maxwell no ha visto el contenido de esos documentos, señalaron sus abogados, ya que el proceso del gran jurado se lleva a cabo a puertas cerradas. Sin embargo, se opone a que se desclasifiquen las transcripciones, que sus abogados describen como potencialmente “cargadas de testimonios de oídas”, ya que fueron presentadas en secreto y sin que sus abogados pudieran impugnarlas.

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“Cualquiera que sea el interés público en Epstein, ese interés no puede justificar una invasión amplia del secreto del gran jurado en un caso en el que la acusada está viva, tiene opciones legales viables y sus derechos al debido proceso siguen vigentes”, escribieron los abogados David O. Markus y Melissa Madrigal.

Un mensaje enviado a los fiscales en busca de comentarios no fue respondido de inmediato.

Los abogados del gobierno han intentado calmar el clamor por transparencia solicitando la divulgación de las transcripciones, aunque también han dicho que el público ya conoce gran parte del contenido de esos documentos.

La “Isla Pedófilo” está cerca de la costa sureste de St. Thomas

“La mayoría de la información ya se hizo pública durante el juicio o ha sido reportada a través de declaraciones públicas de víctimas y testigos”, escribieron los fiscales en documentos judiciales el lunes. Indicaron que las divulgaciones no incluían los nombres de algunas víctimas y testigos.

Los fiscales también dijeron la semana pasada que parte de lo que escucharon los miembros del gran jurado eventualmente salió a la luz durante el juicio de Maxwell en 2021 y en varias demandas presentadas por víctimas. Según indicaron, solo hubo dos testigos ante el gran jurado, y ambos eran agentes de la ley.

El lunes, los fiscales dejaron claro que buscan desclasificar únicamente las transcripciones del testimonio de los testigos ante el gran jurado, no los documentos o pruebas que las acompañaron. Sin embargo, también están trabajando para determinar cuánto de ese material adicional se ha convertido en parte del registro público a lo largo de los años.

Si bien los fiscales han intentado moderar las expectativas sobre posibles nuevas revelaciones en las actuaciones del gran jurado, no están proponiendo divulgar el resto de la información que el gobierno recopiló durante la investigación sobre Epstein.

La presentación legal buscaba respaldar su solicitud para divulgar esos registros —normalmente confidenciales— en medio del clamor público por mayor transparencia en torno a la investigación sobre Epstein, seis años después de que el financista muriera en prisión. Maxwell, su exnovia, fue posteriormente condenada por ayudarlo a abusar de menores.

Este enfrentamiento por las transcripciones ocurre seis años después de que las autoridades informaran que Epstein se suicidó mientras esperaba juicio por cargos de tráfico sexual, y cuatro años después de que Maxwell fuera declarada culpable.