Las cosas no fueron pacíficas en Seattle, donde el alcalde y el jefe de policía habían dicho que intentaban reducir la tensión.

La policía utilizó granadas de flash y aerosol de pimienta para dispersar a la gente después de que se lanzaran piedras, botellas y explosivos a los agentes el sábado por la noche.

El domingo por la noche, un hombre dirigió un auto contra los manifestantes, chocó con una barricada y después salió del vehículo mostrando una pistola, según las autoridades.

Un hombre de 27 años fue baleado y trasladado al hospital en condición estable, según el cuerpo de bomberos de Seattle.