Los Ángeles. Los hospitales de California se han quedado sin camas en las unidades de terapia intensiva para atender a los pacientes con COVID-19, las ambulancias están amontonándose frente a las salas de emergencia y las carpas para clasificar a los enfermos están aumentando al convertirse el estado en el epicentro más reciente del brote de coronavirus en Estados Unidos.

California reportó el jueves la asombrosa cifra de 52,000 casos nuevos en un sólo día -lo que equivale a lo que todo Estados Unidos promediaba a mediados de octubre-, y una cifra récord de 379 decesos. Más de 16,000 personas están hospitalizadas con coronavirus en todo el estado, más del triple de las que había hace un mes.

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“He visto más muertes en los últimos nueve meses en mi unidad de terapia intensiva de las que he visto en mi carrera de 20 años”, dijo Amy Arlund, enfermera en el Centro Médico Kaiser Permanente de Fresno.

Si bien el repunte del virus ha llevado a los hospitales de otras partes del país al límite en las últimas semanas, la crisis está empeorando a una velocidad alarmante en California, incluso después de que esta semana empezó una campaña de inoculación a nivel nacional contra el COVID-19 y se prevé que pronto se lance una segunda vacuna, lo que ha impulsado la esperanza de vencer la enfermedad.

La capacidad en las unidades de terapia intensiva se ubica en menos del 1% en muchos condados de California, y el espacio disponible en las morgues también se está acabando, en lo que se parece cada vez más al desastre ocurrido en la primavera en la ciudad de Nueva York.

Los pacientes están siendo atendidos en varios sitios que se están desbordando, incluido un exestadio de la NBA en Sacramento, una antigua prisión y el gimnasio de una universidad. Los sitios donde se piensa llevar enfermos en caso de ser necesario incluyen una tienda Sears vacía en el condado Riverside.

En el Centro Médico St. Mary, en el sureño Apple Valley, los pacientes son seleccionados afuera de las carpas, y el hospital colocó paredes temporales en su vestíbulo con el fin de tener más espacio para atender a aquellos con COVID-19. Los pacientes también están siendo tratados en los pasillos en camillas o sillas, a veces durante días, debido a que no hay dónde ponerlos, dijo Randall Castillo, el director general del hospital.

La doctora Nasim Afsar, directora operativa en UCI Health en el condado Orange, describió un flujo implacable de pacientes, muchos de los cuales tienen que quedarse esperando en la sala de emergencias hasta que haya una cama disponible en otra parte del hospital.

“Todos los días trabajamos y damos de alta a un número apropiado de personas, y al siguiente día todas esas camas están ocupadas de nuevo”, comentó.

Denise Whitfield, doctora de urgencias en el Centro Médico Harbor-UCLA, dijo que los paramédicos de las ambulancias se quedan esperando a que los pacientes sean atendidos.

“En los últimos nueve meses que hemos estado lidiando con esta pandemia de COVID, puedo decir que ha sido lo peor que he visto en cuanto a la capacidad de atender a nuestros pacientes”, comentó.

En California han muerto en total 21,860 personas por coronavirus y se han registrado más de 1.7 millones de casos de la enfermedad, la mayor cifra de todo Estados Unidos.

La mayoría de los habitantes del estado están bajo órdenes de cuarentena. El condado Los Ángeles, que alberga a 10 millones de personas, tiene 2,500 camas de cuidados intensivos pero en menos de un mes probablemente necesitará más, indicó la doctora Christina Ghaly, directora de salud de ese condado.