Una inmigrante hondureña acudió voluntariamente a la Oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para autodeportarse pero la respuesta que recibió de las autoridades la sorprendió.

Yesica Ramírez, de 29 años relató que tomó la decisión motivada por el temor constante a las redadas migratorias. Pero el ICE rechazó su solicitud porque no tenía antecedentes penales ni órdenes previas de deportación.

Ramírez llegó a Estados Unidos en 2023 acompañada de una de sus hijas, con el objetivo de ahorrar dinero para adquirir una prótesis de brazo y pierna, tras haber sufrido un accidente años atrás en Honduras. Su intención era trabajar, estabilizarse y mejorar su calidad de vida.

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El miedo a las redadas y la decisión de entregarse

Instalada en Houston, Texas, Yésica comenzó a experimentar miedo constante debido a la presencia de ICE en su comunidad. “Ya estaban tocando las puertas en los departamentos. Dije: ‘Mi hija en la escuela. Si me agarran, me deportan y a ella la dejan’”, declaró a Univision Noticias.

Esta situación la llevó a considerar una autodeportación voluntaria, medida que ofrece el gobierno en campañas limitadas, incluso con incentivos como cobertura de gastos y ayuda económica.

A pesar de que el programa federal permite la autodeportación voluntaria en ciertos casos, las autoridades le explicaron que no calificaba porque no tenía antecedentes penales ni una orden de deportación previa. “Me dijeron que no, que ellos no me podían ni deportar porque yo no tengo un historial criminal allá”, contó. Este tipo de limitaciones ya habían sido señaladas por abogados de inmigración, quienes han advertido sobre los obstáculos burocráticos en programas que, aunque anunciados públicamente, no están al alcance de todos los migrantes.

Regreso a Honduras con ayuda comunitaria

Ante la negativa de ICE, Yésica logró regresar por sus propios medios gracias al apoyo de sus vecinos en Houston, quienes la ayudaron a reunir el dinero necesario para costear los pasajes de avión.

En febrero de 2025, ella y su hija retornaron a Honduras. La joven dejó claro que no planea regresar: “No quiero saber de Estados Unidos ni en pintura. Peor ahora, como están”.

Colombiano aceptó autodeportarse por el alto costo de vida

En un caso distinto al de la hondureña, un inmigrante colombiano decidió abandonar voluntariamente Estados Unidos. Se trata de Yerman, un ciudadano colombiano que aceptó acogerse al programa de autodeportación impulsado por el gobierno federal, motivado por las difíciles condiciones económicas y laborales que enfrentaba en el país.

Yerman migró a Estados Unidos en 2022 durante la administración de Joe Biden, con la esperanza de construir una nueva vida. Sin embargo, con el paso del tiempo, las expectativas se desvanecieron. Según relató a Noticias Caracol, tuvo que desempeñarse como barbero, conductor de Uber y obrero de construcción, llegando a trabajar hasta 18 horas diarias con ingresos insuficientes para cubrir el alto costo de vida.

Ante este panorama, Yerman decidió acogerse al programa de retorno voluntario, que ofrece un incentivo económico de 1,000 dólares (aproximadamente cuatro millones de pesos colombianos) para facilitar el regreso al país de origen. Este beneficio está dirigido a migrantes indocumentados sin antecedentes penales, siempre que cumplan con los requisitos establecidos y abandonen el país dentro del plazo indicado.

El programa también contempla la posibilidad de que, en el futuro, quienes se acojan al mismo puedan solicitar un reingreso legal a Estados Unidos, si cumplen con ciertos criterios migratorios.