Las aguas provenientes de un glaciar subieron el miércoles al fluir por un río que atraviesa la capital de Alaska, sin que se reportaran daños mayores, aunque las autoridades advirtieron que las aguas podrían mantenerse altas por varias horas.

Algunos residentes de Juneau en la zona de inundación atendieron las advertencias y evacuaron después de que el agua comenzara a escapar de la presa en torno al glaciar Mendenhall el martes. Para la mañana del miércoles, la ciudad informó que el agua se acumulaba en un puñado de calles después de filtrarse bajo las barreras recién erigidas diseñadas para proteger las casas frente al río, pero no se evidenció ningún daño mayor, incluso cuando el río crecía a niveles máximos.

El glaciar Mendenhall está a unos 19 kilómetros (unas 12 millas) de Juneau, hogar de 30,000 personas, y es una atracción turística popular debido a su proximidad a la capital de Alaska y su fácil acceso a través de senderos de excursión. Las casas en las afueras de la ciudad están a pocos kilómetros del lago Mendenhall, que se encuentra debajo del glaciar, y muchas están frente al río Mendenhall, en el cual está fluyendo la descarga glaciar.

El río alcanzó niveles mayores a las 6 de la mañana hora local, superando ya el nivel récord de inundación del año pasado de casi 5 metros (16 pies), y se esperaba que alcanzara su punto máximo a las 8 de la mañana antes de que las aguas retrocedieran durante el día jueves, según el Servicio Meteorológico Nacional. Según mediciones preliminares, se rompió un récord establecido el año pasado.

La inundación del cuenco es un problema anual

Las inundaciones del cuenco se han convertido en una preocupación anual desde 2011, y en los últimos años han arrasado casas e inundado cientos de hogares. Las agencias gubernamentales instalaron barreras temporales este año con la esperanza de proteger centenas de hogares de daños generalizados.

La inundación ocurre porque un glaciar más pequeño cerca del glaciar Mendenhall cedió — víctima del clima cálido— y dejó un cuenco que se llena con agua de lluvia y deshielo cada primavera y verano. Cuando el agua crea suficiente presión, se abre camino por debajo o alrededor de la presa de hielo creada por el glaciar Mendenhall, entra en el lago Mendenhall y finalmente fluye por el río Mendenhall, como lo hizo el martes.

Antes de que el cuenco comenzara a desbordarse, el nivel del agua estaba subiendo rápidamente —hasta 1,20 metros (4 pies) por día durante días especialmente soleados o lluviosos, según el Servicio Meteorológico Nacional.

La ciudad experimentó años sucesivos de inundaciones récord en 2023 y 2024 —con el río alcanzando el pasado agosto los 4.9 metros (16 pies), aproximadamente 30 centímetros (1 pie) por encima del récord anterior establecido un año antes— y las inundaciones se extendieron más hacia el valle de Mendenhall. Se predijo que la inundación de este año alcanzaría entre 4.9 y 5.1 metros (16.3 y 16.8 pies).

El año pasado, casi 300 residencias resultaron dañadas.

Una gran descarga puede liberar unos 15,000 millones de galones de agua, según la Universidad de Alaska Southeast y el Centro de Ciencia de Adaptación Climática de Alaska. Eso equivale a casi 23,000 piscinas olímpicas. Durante la inundación del año pasado, la tasa de flujo en el caudaloso río Mendenhall fue aproximadamente la mitad de la de las Cataratas del Niágara, dicen los investigadores.

Se instala un dique temporal

Los funcionarios de la ciudad respondieron a las preocupaciones de los propietarios este año trabajando con entidades estatales, federales y tribales para instalar un dique temporal a lo largo de aproximadamente 4 kilómetros (2.5 millas) de ribera en un intento de proteger contra inundaciones generalizadas. Las 10,000 barreras “Hesco” son esencialmente sacos de arena gigantes destinados a proteger completamente más de 460 propiedades durante un evento de inundación de 5.5 metros (18 pies), declaró el gerente de emergencias Ryan O’Shaughnessy.

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército al inicio de lo que se espera sea un proceso de años para estudiar las condiciones en la región y examinar opciones para una solución más permanente, como un dique. El cronograma ha enfurecido a algunos residentes, quienes dicen que es irrazonable.

Se espera que las inundaciones por descarga continúen mientras el glaciar Mendenhall actúe como una presa de hielo para sellar el cuenco, lo que podría abarcar otros 25 a 60 años, según los investigadores de la universidad y el centro de ciencia.