Washington. Durante un reciente período de dos años, el Pentágono financió cientos de proyectos realizados en colaboración con universidades de China e institutos vinculados a la industria de defensa de esa nación, muchos de ellos en la lista negra del gobierno de Estados Unidos por trabajar con el ejército chino, según una investigación del Congreso.

En el informe, publicado el viernes por los republicanos del Comité Selecto sobre el Partido Comunista Chino de la Cámara de Representantes, se argumenta que los proyectos han permitido que China se aproveche de las asociaciones de investigación de Estados Unidos para obtener beneficios militares mientras ambos países están inmersos en una rivalidad tecnológica y armamentista.

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“El dinero de los contribuyentes estadounidenses debería usarse para defender la nación, no para fortalecer a su principal competidor estratégico”, escribieron los republicanos en el informe.

“No proteger la investigación estadounidense de la explotación extranjera hostil seguirá erosionando la dominancia tecnológica de Estados Unidos y pondrá en riesgo nuestras capacidades de defensa nacional”, se afirmó.

Hasta el momento, el Pentágono no ha respondido a una solicitud de comentarios de The Associated Press.

En el informe del Congreso se indica que algunos funcionarios del Departamento de Defensa argumentaron que la investigación debería permanecer abierta siempre que no sea “ni controlada ni clasificada”.

En el informe se hacen varias recomendaciones para reducir la colaboración de Estados Unidos con China en labores de investigación. También se respalda una nueva legislación propuesta por el presidente del comité, el representante de Michigan John Moolenaar. El proyecto de ley prohibiría que cualquier financiamiento del Departamento de Defensa se destine a proyectos realizados en colaboración con investigadores afiliados a entidades chinas que el gobierno de Estados Unidos identifica como riesgos de seguridad.

En el pasado, Beijing ha dicho que la cooperación científica y tecnológica beneficia a los dos países y les ayuda a enfrentar desafíos globales. Hasta el viernes, la Embajada de China no había respondido a una solicitud de comentarios.

Republicanos dicen que la investigación conjunta podría tener aplicaciones militares

El informe de 80 páginas se basa en los hallazgos obtenidos el año pasado por el comité, según los cuales, las asociaciones entre universidades de Estados Unidos y China durante la última década permitieron que cientos de millones de dólares en financiamiento federal ayudaran a Beijing a desarrollar tecnología crítica. En medio de la presión de los republicanos, varias universidades estadounidenses han cancelado en los últimos años sus programas conjuntos con escuelas chinas.

El nuevo informe se centra más estrechamente en el Departamento de Defensa y sus miles de millones de dólares en financiamiento anual para investigación.

La investigación del comité identificó 1,400 artículos de investigación publicados entre junio de 2023 y junio de 2025, realizados en colaboración con socios chinos y en los que se reconoce el apoyo del Pentágono. Las publicaciones fueron financiadas por unos 700 subsidios de defensa por un valor de más de $2,500 millones. De las 1,400 publicaciones, más de la mitad se relacionan con organizaciones afiliadas a la base de investigación e industrial de defensa de China.

Docenas de esas organizaciones fueron señaladas en listas del gobierno de Estados Unidos por posibles preocupaciones de seguridad, aunque la ley federal no prohíbe las colaboraciones de investigación con ellas. El dinero del Departamento de Defensa apoyó investigaciones en campos como la tecnología hipersónica, semiconductores, inteligencia artificial, materiales avanzados y propulsión de próxima generación.

Muchos de los proyectos tienen aplicaciones militares claras, según el informe.

En un caso, un científico nuclear de Carnegie Science, una institución de investigación en Washington, trabajó extensamente en investigaciones respaldadas por el Pentágono mientras ocupaba cargos en la Academia China de Ciencias y el Instituto de Ciencias Físicas de Hefei.

El científico, que ha realizado investigaciones sobre materiales de alta energía, nitrógeno y física de alta presión, todas ellas relevantes para el desarrollo de armas nucleares, fue honrado en China por su trabajo para impulsar los objetivos de desarrollo nacional del país, según el informe. El caso se calificó como “un ejemplo profundamente preocupante” de cómo Beijing puede aprovechar la investigación financiada por los contribuyentes estadounidenses para avanzar en su desarrollo de armas.

En otro proyecto respaldado por el Pentágono, la Universidad Estatal de Arizona y la Universidad de Texas se asociaron con investigadores de la Universidad Jiao Tong de Shanghái y la Universidad Beihang para estudiar la toma de decisiones en entornos inciertos, lo cual tiene aplicaciones directas para la guerra electrónica y la defensa cibernética, según el informe. El dinero provino de la Oficina de Investigación Naval, la Oficina de Investigación del Ejército y la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, en inglés).

La Universidad de Shanghai está bajo la supervisión de una agencia central china encargada de desarrollar tecnología de defensa, y la Universidad Beihang, en la ciudad capital de Beijing, está vinculada al Ejército Popular de Liberación y es conocida por sus programas aeroespaciales.

Llamados a reducir las colaboraciones de investigación

En el informe se cuestionan las políticas del Departamento de Defensa que no prohíben explícitamente las asociaciones de investigación con instituciones extranjeras que aparecen en las listas negras del gobierno estadounidense.

También se hacen más de una docena de recomendaciones que incluyen la prohibición de cualquier colaboración de investigación del Pentágono con entidades que estén en las listas negras de Estados Unidos o “se sepa que forman parte de la base de investigación e industrial de defensa de China”.

La legislación de Moolenaar incluye una disposición similar y propone que se prohíba el financiamiento del Departamento de Defensa a universidades estadounidenses que operen institutos conjuntos con universidades chinas.

Un alto funcionario del Departamento de Educación dijo que el informe “destaca la vulnerabilidad de la investigación financiada con fondos federales a la infiltración extranjera en los campus de Estados Unidos”. El subsecretario de Educación, Nicholas Kent, dijo que los hallazgos refuerzan la necesidad de una mayor transparencia en torno a los vínculos internacionales de las universidades estadounidenses, junto con un “enfoque de todo el gobierno para protegerse contra la influencia maligna de actores extranjeros hostiles”.

Los investigadores de la Cámara dijeron que no buscan poner fin a todas las colaboraciones académicas y de investigación con China, sino a aquellas vinculadas con el ejército chino y su base de investigación e industrial.