Washington, 11 mar (EFE News).- Una jueza en Austin (Texas, EE.UU.) bloqueó este viernes temporalmente el plan de ese estado de investigar como “abuso infantil” a los padres o médicos que permiten que los menores trans se sometan a tratamientos médicos de confirmación de género, como terapias hormonales.

La jueza Amy Clark Meachum tachó de “inconstitucional” la orden emitida al respecto por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, que abría la puerta a condenas penales para médicos y padres.

Meachum suspendió temporalmente la aplicación de la medida al considerar probable que los padres de una adolescente trans de 16 años, que estuvieron entre los primeros en ser investigados bajo la orden y que han demandado al estado, acaben por imponerse en el juicio sobre el tema, previsto para julio.

Cualquier investigación de padres o médicos iniciada por el estado hasta ahora debe paralizarse al menos hasta que concluya el juicio, según el fallo de Meachum, que aún podría ser apelado por las autoridades estatales.

A finales de febrero, el gobernador de Texas ordenó al Departamento de Familia y Servicios de Protección del estado (DFPS, por sus siglas en inglés) investigar los procesos de “transición de género” en menores, incluida la administración de hormonas.

Organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) y Human Rights Watch (HRW) criticaron con dureza ese plan de Texas de “criminalizar” la confirmación de género en menores.

El estado de Nueva York pidió esta semana que el Departamento de Justicia examinara el tema, y decenas de marcas como Google, Apple, Meta, Levi’s o Ikea lanzaron este viernes una campaña publicitaria en Texas contra la medida, bajo el lema “la discriminación es mala para los negocios”.

En una declaración escrita presentada en el litigio, la madre de la adolescente trans que ha demandado a Texas aseguró que estaba “aterrorizada” por el bienestar de su hija desde que se enteró de que estaba siendo investigada por las autoridades.

La madre, que ha permanecido en el anonimato, testificó en la audiencia ataviada con una peluca y gafas, y se declaró en su escrito “traicionada” por su estado y por la agencia DFPS, en la que ella misma trabaja, aunque ha sido suspendida de su cargo, según el diario The New York Times.

La psicóloga Megan Mooney, que atiende a menores trans y que se sumó a la demanda contra Texas al enterarse de que estaba obligada a informar de supuestos “abusos infantiles” a sus pacientes, dijo que la orden del gobernador ha generado “pánico” entre los médicos del estado.

“Pone a los profesionales médicos con los que trabajo en una posición horrible”, aseguró Mooney en la audiencia de este viernes.

La de Texas es una de las muchas medidas hostiles a la población LGBTIQ+ que se han impulsado recientemente en Estados Unidos, donde en 2021 se firmaron 17 leyes estatales de ese tipo, más que en los últimos tres años juntos, según la organización Human Rights Campaign.

Esta semana, el Senado de Florida aprobó un polémico proyecto de ley que prohibirá a los maestros hablar sobre orientación sexual e identidad de género en las aulas entre el jardín de infancia y el tercer grado, una medida bautizada por sus detractores como “No digas gay”.