Por si no lo sabían, es ilegal andar lamiendo ojos.

Un estadounidense de 34 años luchó para zafarse de un arresto de la manera más ridícula posible: lamiendo el ojo de un policía.

Ahora, enfrenta cuatro cargos entre los que se incluye agresión con un fluido corporal.

Christopher Nicholas Hiatt, residente de Montana, está encarcelado por no poder pagar los $45,000 de fianza que le fueron impuestos, según documentos publicados por The Smoking Gun.

Lo irónico del arresto es que fue el mismo Hiatt quien llamó al 911 para reportar un asalto. Cuando los policías llegaron a la taberna Pisser’s Palace en el suburbio de Walkerville se dieron cuenta que tenía una orden de arresto vigente de un pueblo cercano.

La peculiar agresión ocurrió mientras los policías intentaban meter el hombre en la patrulla.