Legisladores de Nueva York aprueban ley que permite el suicidio asistido para enfermos terminales
La propuesta ahora pasará a la oficina de la gobernadora.

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Los neoyorquinos que padecen enfermedades terminales tendrían la capacidad legal para poner fin a su vida utilizando medicamentos, de acuerdo con un proyecto de ley aprobado el lunes en la Legislatura estatal.
La propuesta, que ahora pasará a la oficina de la gobernadora, permitiría que a una persona con una enfermedad incurable se le receten fármacos para terminar con su vida si los solicita y obtiene la aprobación de dos médicos. Un portavoz de la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que ella revisaría el proyecto de ley.
El Senado de Nueva York dio la aprobación final a la propuesta el lunes por la noche después de horas de debate, en las que los partidarios alegaron que les permitiría a las personas con enfermedades terminales morir bajo sus propios términos.
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“No se trata de acelerar la muerte, sino de poner fin al sufrimiento”, afirmó el senador estatal demócrata Brad Hoylman-Sigal, quien promovió la propuesta.
Los opositores han argumentado que, más bien, el estado debería mejorar la atención médica al final de la vida, o se han opuesto por motivos religiosos.
“No deberíamos estar en el negocio del suicidio autorizado por el estado”, expresó el senador estatal George Borrello, de filiación republicana.
La Asamblea estatal aprobó la medida a finales de abril.
La propuesta requiere que una persona que padece una enfermedad terminal y que se prevé muera en un lapso de seis meses solicite los medicamentos por escrito. Dos testigos tendrían que firmar la solicitud para asegurar que el paciente no esté siendo coaccionado. Posteriormente la solicitud tendría que ser aprobada por el médico tratante, así como por un médico asesor.
El proyecto de ley fue presentado por primera vez en 2016, indicó Hoylman-Sigal, aunque se ha estancado año tras año en la Legislatura estatal de Nueva York.
Dennis Poust, director ejecutivo de la Conferencia Católica del Estado de Nueva York, que se ha opuesto a la medida, expresó: “Este es un día oscuro para el estado de Nueva York”.
Otros once estados y Washington, D.C. tienen leyes que permiten el suicidio médicamente asistido, según Compassion & Choices, una organización activista que apoya la política. Corinne Carey, directora de la campaña local del grupo, dijo que los legisladores habían “reconocido lo importante que es dar a los neoyorquinos con enfermedades terminales la autonomía que merecen sobre sus propias experiencias al final de la vida”.
“La opción de ayuda médica para morir proporciona alivio, permitiendo a aquellos que están muriendo vivir su tiempo de manera más plena y pacífica hasta el final”, manifestó Carey.