Miami. El Gobierno de Florida indicó a los agricultores que no deben abrir ni sembrar paquetes de semillas “sospechosas” que están llegando al estado desde China sin ser solicitadas y alertó que lo mismo está sucediendo en Virginia, Kansas, Washington, Oklahoma, Luisiana, Utah y otras regiones.

La secretaria de Agricultura de Florida, Nikki Fried, detalló que hasta este lunes había recibido al menos 160 reportes de la llegada de estos paquetes enviados desde China al estado.

“Las semillas de plantas de fuentes desconocidas pueden introducir patógenos peligrosos, enfermedades o especies invasoras en Florida, poniendo en riesgo la agricultura y la salud de las plantas, animales y humanos de nuestro estado”, detalló Fried en un comunicado.

El Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Florida (FDACS) urgió así a "limitar" el contacto con estos paquetes e informar a las autoridades de agricultura del país.

“El contenido de los paquetes de semillas es desconocido en este momento”, precisó la agencia estatal.

Recordó que la introducción de semillas de plantas en Estados Unidos está estrictamente regulada por el Departamento de Agricultura (USDA).

La oficina de Fried está trabajando con USDA y su Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS), el principal organismo regulador sobre este tema, como también con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos para establecer la procedencia de los paquetes y potenciales riesgos.

El FDACS detalló que se trata de cargamentos que pueden llegar inesperadamente, que pueden llevar el nombre de China Post y pueden etiquetarse como joyas.

Pidió evitar abrir embalajes exteriores o materiales de envío, si es posible, como tampoco desechar el paquete en la basura.

Solicitó, además limitar el contacto con el paquete de semillas hasta que el USDA brinde más orientación sobre manipulación, eliminación o recolección.

La agricultura en Florida, el mayor productor de frutas y verduras de Estados Unidos después de California, representa el segundo motor de la economía, después del turismo.