Washington. El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, confirmó este viernes que los vuelos internacionales no sufrirán afectaciones pese a la reducción del tráfico aéreo forzada por el cierre de Gobierno.

“Los vuelos internacionales no serán afectados. Tenemos tratados internacionales que debemos respetar. Debido a esos acuerdos, no voy a afectar a los vuelos internacionales”, dijo en declaraciones a la prensa desde el aeropuerto Ronald Reagan de Washington.

El secretario agregó que hay países que “están esperando que Estados Unidos incumpla los acuerdos para poder reducir los vuelos estadounidenses” e insistió que es algo que no va a ocurrir.

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Desde este viernes, el tráfico aéreo en Estados Unidos se redujo un 10 % por orden de la Administración Federal de Aviación (FAA) debido a la escasez de unos 2,000 controladores aéreos por el cierre de Gobierno, el más largo de la historia del país.

Según la plataforma FlightAware, más de 800 vuelos han sido cancelados y se registran al menos 1,200 retrasos.

Las grandes aerolíneas del país, como American Airlines, United o Delta, ya anunciaron el jueves que priorizarían mantener las rutas internacionales.

Entre los aeropuertos afectados por la reducción de tráfico aéreo destacan el JFK y LaGuardia, en Nueva York; LAX, en Los Ángeles (California); y O’Hare, en Chicago (Illinois).

También están impactados los de Dallas y Houston (Texas), de Washington DC; los de Miami, Fort Lauderdale, Tampa y Orlando (Florida); Filadelfia (Pensilvania), Atlanta (Georgia), Boston (Massachussetts) y Newark (Nueva Jersey), entre otros.

Según estimaciones del Departamento del Tesoro, unos 4.000 vuelos al día podrían quedarse en tierra debido a las nuevas restricciones, que se implementaron para garantizar la seguridad de los pasajeros.

El cierre de Gobierno comenzó el pasado 1 de octubre por la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas para aprobar en el Senado un presupuesto que permita a las agencias federales seguir operando.

Con 38 días, este es el cierre más largo de la historia, superando el de 2018, en el primer mandato de Trump, que finalizó tras 35 días debido al caos aéreo provocado por la escasez de controladores.