Uniformados del Departamento de Policía de Verdigris se encontraban patrullando una zona de Tulsa, cuando vieron destellos de pólvora saliendo de una casa.

El sonido también los alertó, por lo que trataron de hacer contacto e interactuaron con una persona que se encontraba en el interior, cuando dejaron de obtener respuesta decidieron ingresar. Allí se encontraron con una mujer, que estaba en barricada y en posesión de un arma de fuego.

Como Brandy McCaslin, de 39 años, fue identificada la mujer que, para el momento en el que las autoridades llegaron, ya estaba muerta.

Al ingresar a la casa, se encontraron con una lamentable escena. Los cuerpos sin vida y con herida de bala de tres pequeños, uno de 11, otro de seis años y un bebé de diez meses. Ellos eran los tres hijos de McCaslin.

La mujer también se quitó la vida con un arma, según el reporte oficial.

Los vecinos comentaron que McCaslin era una conocida del lugar, pues creció en esa misma casa, por lo que no deja de ser un desenlace abrumador. La comunidad está de luto por la muerte de los pequeños, según medios locales.

“Cuando hablas de cuatro individuos fallecidos, entre ellos tres niños, es extremadamente difícil para todos los involucrados. Este será un largo proceso”, dijo Hunter McKee, director de Información Pública de la Oficina de Investigación del Estado de Oklahoma a medios locales.

Por el momento se desconocen los motivos que llevaron a la mujer a cometer este crimen, pero las investigaciones están en curso.