Washington. Andry Hernández Romero, un maquillador de Venezuela que fue deportado a El Salvador por la administración de Trump y retenido en una notoria megaprisión, estuvo entre los numerosos migrantes enviados de regreso a Venezuela en un intercambio de tres naciones el viernes, informó un congresista de California.

El representante Robert García publicó en las redes sociales el viernes por la noche: “Hemos estado en contacto con el equipo legal de Andry Hernández Romero y han confirmado que está fuera de CECOT y de regreso en Venezuela. Estamos agradecidos de que esté vivo y estamos en comunicación tanto con el Departamento de Estado como con su equipo”.

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Romero, un hombre gay, huyó de Venezuela el verano pasado y buscó asilo en Estados Unidos. Utilizó una aplicación telefónica de Aduanas y Protección Fronteriza para concertar una cita en un cruce fronterizo en San Diego.

Fue allí donde le preguntaron sobre sus tatuajes. Las autoridades de inmigración de Estados Unidos utilizan una serie de “identificadores de pandillas” para ayudarles a detectar miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua.

Romero, que tiene poco más de 20 años, tiene una corona tatuada en cada muñeca. Una está junto a la palabra “Mamá”. La otra junto a “Papá”. Las coronas, según su abogado, también rinden homenaje al festival navideño de “Los Tres Reyes” de su ciudad natal y a su trabajo en concursos de belleza, donde las coronas son comunes.

Romero, quien insistió en que no tiene vínculos con Tren de Aragua, fue puesto bajo custodia de Inmigración y Control de Aduanas y trasladado a un centro de detención en California. Finalmente fue trasladado en avión a la megaprisión salvadoreña conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo, o CECOT, en medio de la represión migratoria del presidente Donald Trump.