MONTGOMERY, Alabama. Un hombre afroamericano que fue hospitalizado la semana pasada tras un arresto en el que la policía de Alabama le propinó descargas eléctricas y puñetazos murió el martes, según informaron las fuerzas del orden.

Aún no está claro qué causó la muerte de John Scott Jr., de 41 años, ni si su arresto está relacionado.

La incertidumbre ha reavivado la ira en Decatur, una ciudad del norte de Alabama dividida por el juicio en curso de un oficial blanco acusado de asesinato, por disparar fatalmente a otro afroamericano en 2023. Un comunicado de la policía no especificó los nombres ni las razas de los agentes implicados en la detención de Scott.

“Aquí vamos de nuevo. Afirmamos que esto iba a volver a ocurrir, basándonos en lo que pasó cuando murió Steve Perkins. Cambiaron al jefe de policía, pero siguen jugando los mismos jugadores”, dijo Rodney Gordon, presidente de la sección local de la NAACP, refiriéndose a la reciente dimisión del jefe de policía de Decatur. “¿Cómo es posible que no cambien los agentes y esperen resultados diferentes?”.

El comunicado del jefe interino de la policía, Nadis Carlisle, dice que ha pedido al Estado y al FBI que investiguen y pide paciencia mientras dure la investigación.

Scott fue detenido el 15 de abril después de que su madre llamara a la policía porque temía que su hijo hubiera dejado de tomar su medicación y estuviera sufriendo una crisis de salud mental. Los agentes habían respondido a una llamada que la madre había hecho a primera hora del día y se pusieron en contacto con el enlace de salud mental del departamento, que determinó que no era una amenaza para sí mismo ni para los demás, por lo que se marcharon, según el comunicado de la policía.

Al menos cinco agentes que llegaron tras la segunda llamada animaron a Scott a acudir al hospital con los servicios médicos de urgencias, según muestra un vídeo de 28 minutos grabado con una cámara corporal y difundido posteriormente por el departamento de policía. El vídeo muestra a Scott de pie y sin zapatos en la puerta de la ambulancia, con aspecto confuso, sudando profusamente y respirando hondo. Da repetidamente la mano a los agentes, les da las gracias e intenta bromear con ellos.

Había una orden de detención contra Scott por no comparecer ante el tribunal, según los agentes que lo detuvieron en el vídeo y según una declaración del jefe de policía. Ninguno de los dos especificó cuáles eran los cargos iniciales. Scott no compareció ante el tribunal por una multa por exceso de velocidad en 2021, según la base de datos electrónica de tribunales de Alabama.

Cuando Scott se negó a entrar en la ambulancia, los agentes comenzaron a detenerlo. En el vídeo se ve cómo Scott empieza a entrar en pánico cuando los agentes intentan llevarle las manos a la espalda.

“Aguanta. Estamos todos juntos en esto”, dice Scott, respirando profundamente varias veces. “Aguante. Podría hacerme daño, señor”.

En el vídeo se ve cómo los agentes golpean a Scott y le aplican una descarga eléctrica después de que cae al suelo y siga negándose a poner los brazos a la espalda.

Se oye a Scott gritar “lo siento” repetidamente, y en un momento dado se queja de que no podía respirar cuando un agente se arrodilla sobre su espalda. Tumbado en la parte trasera del coche de policía, Scott parece intentar escupir a los agentes, que entonces le ponen una capucha en la cabeza.

Aproximadamente una hora después de llegar a la cárcel del condado, empezó a “mostrar signos de problemas médicos”, según el comunicado de la policía. Fue trasladado a un hospital donde permaneció una semana antes de que su madre y la policía anunciaran su muerte el martes por la mañana.

Antes de que Scott muriera, el departamento de policía dijo que era posible que hubiera sido hospitalizado por “delirio excitado”, una enfermedad que las organizaciones científicas llevan años desmintiendo.

La ciudad, de unos 60,000 habitantes, se ha visto sacudida por las protestas desde que el ex agente de policía de Decatur Mac Marquette le disparara mortalmente a Steve Perkins en el jardín de su casa. Cientos de simpatizantes tanto de Perkins como de Marquette han asistido al juicio por asesinato del agente.