Los Ángeles. Las multitudes que abarrotaron este fin de semana las playas del sur de California son una muestra de la cuesta arriba que tendrán las autoridades locales y estatales para hacer cumplir las normas de distanciamiento social al relajar las restricciones que miles reclaman en el Estado Dorado.

El condado de Orange y el de Ventura parecen no haber pasado la gran prueba para relajar las normas de confinamiento después de abrir el fin de semana el acceso de playas y zonas al aire libre.

El gobernador, Gavin Newsom, criticó este lunes a los miles de bañistas que se agolparon en las playas desafiando la orden estatal de quedarse en casa, asegurando que estas imágenes “no eran el ejemplo que quería ver”.

“No podemos ver las imágenes como vimos, particularmente el sábado en Newport Beach y en otras partes del estado de California”, advirtió el demócrata en una teleconferencia.

Aunque las autoridades del condado de Orange mantuvieron los aparcamientos cerrados para dificultar el acceso, las multitudes llegaron como si fuera un día común de verano en el sur de California.

Medios locales reportaron que al menos 40,000 personas llegaron en un solo día en ciertas playas.

“Este virus no se quita los fines de semana”, ironizó el gobernador, mientras explicaba que estos comportamientos sólo harán más lento el proceso de reabrir la economía.

El demócrata comparó las decisiones tomadas por otros gobiernos locales como el de Los Ángeles, que mantuvieron las playas y senderos cerrados, siguiendo los lineamientos del jefe del estado, que había pedido a los californianos quedarse en casa en la primera ola de calor que enfrentaba el sur del estado.

“No viste esas imágenes en las playas de Los Ángeles y las playas de San Diego y en el norte de California (...) porque teníamos pautas sólidas que no solo se adoptaron sino que se cumplieron, y teníamos socios locales que apoyaban esos esfuerzos”, dijo el gobernador.

Como si estuvieran esperando una ola de criticas, la Policía de la ciudad de Huntington Beach esta mañana se apresuró a asegurar en un mensaje por Twitter que la mayoría de personas que acudieron durante el fin de semana a las playas de la ciudad mantuvieron su distancia entre ellas.

“A pesar de lo que se informa, la mayoría de nuestros amantes de la playa están cumpliendo el distanciamiento social”, dice el mensaje.

Por su parte, la vecina ciudad de Newport Beach, estudiará este martes en una reunión especial del concejo la posibilidad de cerrar las playas el fin de semana.

Newsom hizo un llamado a las autoridades locales a evaluar opciones para evitar las aglomeraciones.

Al ser cuestionado por si los californianos recibirían multas por romper con las órdenes de quedarse en casa, el gobernador dijo que tomaría medidas solo si hay personas que están poniendo en peligro de contagio a otras.

En medio de la controversia, este lunes los seis condados del Área de la Bahía de San Francisco, que fueron los primeros en la nación en implementar una orden de permanecer en casa, extendieron el confinamiento hasta el 3 de mayo.

En un comunicado, los seis condados dijeron que antes de relajar las restricciones necesitarán garantizar que el sistema de salud pueda satisfacer la demanda en caso que los casos de coronavirus repunten tras la reapertura.

Sobre los pasos para reabrir, Newsom dijo que el estado podrá ver una relajación en las normas en unas semanas pero que, como lo había dicho anteriormente, esto dependerá de la capacidad del estado de aumentar las pruebas de coronavirus, y establecer los focos de contagio, entre otros.

Los comentarios de Newsom se dan en medio de las decisiones de varios gobernadores del país de relajar sus confinamientos y permitir a algunos negocios reabrir, incluyendo la cabeza del estado de Nueva York, Andrew Cuomo.

Este lunes, un grupo bipartidista de legisladores estatales, alcaldes y otros funcionarios electos de seis condados del norte de California instaron al gobernador a permitir que la región alivie las restricciones y comience el proceso de reapertura de la economía.

Los funcionarios electos de los condados rurales de Yuba, Sutter, Butte, Colusa, Tehama y Glenn justificaron esta posible medida en que en su casi medio millón de residentes sólo se han detectado 69 casos positivos de coronavirus.