Massachusetts.- Rosalía, la niña boliviana de cuatro años que quedó moribunda en la calle de una barriada de La Paz tras ser atacada por un perro, llegó el viernes a Boston para ser sometida a varias cirugías para reconstruir su rostro.

Su llegada a Boston se produjo a las 2:00 de la mañana, confirmó a Prensa Asociada Claudia Tolay, la boliviana que junto con su esposo Joe Currier lideró una campaña para conseguir un avión privado y ayuda de fundaciones para costear los gastos del tratamiento médico de Rosalía.

La menor llegó acompañada de su padre Agustín Apaza y de la pareja Currier-Tolay, además de dos enfermeros. Currier es médico especialista en pacientes críticos en un hospital regional cerca de Boston, pero el cuidado de Rosalía estará a cargo de los médicos del Children's Hospital. La niña ingresó al hospital cerca de las 3:00 de la mañana, informó Tolay. Allí será evaluada por cirujanos plásticos.

"Es una campaña de amor y compasión", dijo Tolay, quien vive en Boston desde hace más de dos años y se enteró del caso por internet.

"La tragedia de Rosalía me afectó mucho porque como madre imaginaba ver a mi hija así. Amo ver a mis hijos felices. Todo niño debe ser feliz", dijo Tolay a la AP en conversación el miércoles por la noche, cuando hacía escala en Lima antes de emprender el viaje a Bolivia.

En Bolivia, el esfuerzo humanitario para ayudar a la menor incluyó una campaña para que niños bolivianos escribieran cartas de aliento.

En La Paz le entregaron un millón de cartas y Tolay planea decorar con ellas la habitación de la niña en el hospital de Boston. El haberse convertido en la benefactora de Rosalía ha provocado muestras de afecto y admiración, pero Tolay dice que sólo hizo lo que era correcto.

Dijo estar agradecida a los dueños de Allegis Group, una compañía con sede en Baltimore, por haber ayudado a costear los gastos del traslado de Rosalía y su tratamiento médico.

Rosalía fue atacada por un Rottweiler el 20 de mayo cerca de su casa en el barrio El Alto. La niña sufrió heridas graves en el rostro, cuero cabelludo, brazos y piernas. Con su pequeño cuerpo vendado y entubado, permaneció en coma inducido por tres semanas en el Hospital del Niño de La Paz. Su tragedia conmovió al país sudamericano.

Rosalía es la quinta de siete hermanos y según su madre, Regina Pillco, es una niña normal que gusta de jugar y ver televisión. Ella confía en que la niña se recuperará en Boston pero no puede ocultar su preocupación.

"No es fácil para una madre separarse de su hija", dijo Pillco en entrevista telefónica desde La Paz. "Pero me tranquiliza que vaya con su papá".

Apaza trabajaba como voceador de minibuses y Pillco ayuda a la economía familiar lavando ropa. El hijo mayor tiene 11 años y el menor, un mes. La familia de Rosalía vive en una casa de una sola habitación en un barrio humilde donde los vecinos suelen encadenar a perros de razas peligrosas para defenderse de los delincuentes.

Apaza será acogido por la familia Tolay-Currier y cuando la pequeña se recupere, Tolay planea llevar a padre e hija a las playas de Boston. Bolivia no tiene acceso al mar.

"Mi sueño es llevarlos a conocer el mar", dijo Tolay.

Currier dijo que siguió durante un mes por Skype la evolución de la menor. Los médicos le enviaron fotos de las heridas.

Mineo reportó desde Boston y Valdez en La Paz.