Washington. La secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, admitió este martes que el país sufre de escasez de algunos suministros energéticos, pero no de gasolina tras el ciberataque que afecta desde el viernes a la mayor red de oleoductos del país.

En una rueda de prensa en la Casa Blanca, Granholm instó, además, a los estadounidenses a que no acumulen carburantes en casa.

“No es que tengamos una escasez de gasolina, es que tenemos una escasez de suministros. Las cosas volverán a la normalidad pronto”, dijo la responsable, que habló de la gestión del Gobierno en colaboración con Colonial, la empresa operadora de los oleoductos, para que reanude lo antes posible su operación.

La responsable apuntó que la “crisis de suministro” afecta a estados como Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee, Georgia, y Virginia.

Medios locales han informado que estaciones de servicio en esos estados estaban sin combustible, así como en Florida y Alabama.

Desde el pasado viernes, Colonial, una empresa que provee el 45 % del combustible que se consume en el este de Estados Unidos, interrumpió sus operaciones tras ser blanco del ataque de un “ransomware”, un programa que bloquea el acceso a la información a cambio del pago de una recompensa para liberarlo.

Granholm aseguró haber estado en conversaciones con los directivos de la compañía y anticipó que para este miércoles Colonial estará en condiciones de adoptar una decisión sobre la reanudación de sus operaciones, aunque avisó de que aún tomará varios días hasta que vuelva a pleno funcionamiento.

En este contexto, pidió a los dueños de las gasolineras que actúen con responsabilidad y advirtió que no tolerarán “un aumento excesivo de precios” de los combustibles.

El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, participó en la misma rueda de prensa y afirmó que los ataques con ransomware han dejado solo este año más de 350,000 millones de dólares en pérdidas en el país.

Mayorkas apuntó que este tipo de ciberataques no son una amenaza inminente, sino que ya está aquí, y aclaró que esto “no es exclusivo de Estados Unidos”.