La policía arrestó hoy al noveno y último sospechoso de los crueles ataques a cuatro personas cometidos por pandilleros al sospechar que uno de sus integrantes era homosexual.

Ruddy Vargas Pérez, de 22 años, fue arrestado por la policía del Bronx en la casa de un pariente luego de que su abogado le dijera a las autoridades que se entregaría el martes. El sospechoso no se había presentado ante la policía a pesar de comprometerse a hacerlo.

Vargas Pérez y ocho hombres más fueron acusados de robo, acoso y abuso sexual tras los ataques ocurridos el 3 de octubre. La policía dijo que él participó en al menos uno de los ataques junto con los otros integrantes de su pandilla, los Latin King Goonies.

Vargas Pérez permanecía bajo custodia el lunes. Su número telefónico no aparece en el directorio telefónico y el nombre de su abogado no fue revelado.

Los ataques en el Bronx y una serie reciente de ultrajes contra homosexuales y suicidios de adolescentes atribuidos al acoso homofóbico han generado repudio entre los líderes de la ciudad y estatales, así como entre activistas por los derechos de los gay.

El alcalde Michael Bloomberg señaló que los ataques son "completamente inaceptables" en declaraciones preparadas para un discurso que pronunciaría ante el grupo Padres, Familias y Amigos de Lesbianas y Gays.

"Como dije durante el fin de semana, no habrá misericordia para los perpetradores del abuso y la tortura en el Bronx", agregó.

Tres integrantes de la pandilla vieron que un joven de 17 años, que recientemente se había unido a la banda, salía de un apartamento habitado por un hombre de 30 años conocido en el barrio como "La Reina". La gente sabía que el hombre era gay y los tres querían saber por qué el joven había ido a su apartamento, dijeron las autoridades.

Los pandilleros llevaron al nuevo integrante a un apartamento abandonado en la madrugada del 3 de octubre y lo golpearon hasta que confesó que había tenido una relación sexual con el hombre, agregó la policía.

"Estás loco, has perdido la razón", dijo el pandillero Nelson Falu, mientras cortaba al adolescente con una navaja, dijeron los fiscales. David Rivera lo golpeó en la cabeza con una lata de espuma de rasurar e Ildefonzo Méndez lo sodomizó con el mango de un destapacaños.

"¿Te gusta esto?", le preguntó, según los documentos judiciales.

Los pandilleros encontraron después a otro adolescente que sospechaban era gay y lo torturaron.

Méndez, el líder de la pandilla, invitó al hombre de 30 años a una fiesta en un apartamento y pidió que llevara alcohol. Cuando entró al lugar lo torturaron por horas y lo obligaron a beber el licor, según la fiscalía.

Después lo ataron a una silla con una cadena de metal y le taparon los ojos. También lo quemaron y sodomizaron con un bate de béisbol en miniatura, según los documentos judiciales.

Durante el ataque tomaron las llaves del hombre, fueron a su casa y golpearon a su hermano mayor para finalmente robar 1.000 dólares en efectivo, agregó la fiscalía.

Las autoridades identificaron a los sospechosos arrestados el jueves y viernes como Méndez, de 23 años; Rivera, de 21; Steven Caraballo, Denis Peitars, Falu y Bryan Almonte, todos de 17; y Brian Cepeda, de 16.

Elmer Confresi, de 23 años, se entregó el sábado.

Ocho de los sospechosos fueron acusados formalmente el domingo, pero no respondieron a los cargos que incluyen robo, agresión y detención ilegal agravados como crímenes de intolerancia.

El cargo mas grave implica hasta 25 años de cárcel.

Los abogados Paul Horowitz y Fred Bittlingmeyer, representaron a los ocho durante la acusación formal, pero no creían que representarían a todos durante el proceso legal.