O.J. Simpson y su juicio del siglo
Hace 20 años, se dio el proceso legal cuyo protagonista absoluto fue un exastro del fútbol americano juzgado por un doble homicidio.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Nueva York.- O.J. por TV fue una pasión nacional.
El Show de O.J. Simpson, cuyo protagonista absoluto fue un exastro del fútbol americano juzgado por un doble homicidio, dominó la pantalla chica y mantuvo hechizada a la audiencia durante casi 16 meses.
Comenzó como algo más que una jugosa historia de crimen: la exesposa de una celebridad y un conocido asesinados afuera de su casa el 12 de junio de 1994.
Entonces se produjo un giro impactante: Simpson, al principio visto como el exesposo en duelo, se convirtió en el acusado.
Pero O.J. por TV estalló con toda su fuerza la noche del 17 de junio, cuando Simpson, acusado del asesinato de Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman, fue el foco de una persecución policial a baja velocidad, al parecer considerando suicidarse.
Más de 90 millones de estadounidenses vieron pasmados mientras helicóperos con cámaras seguían esta rarísima caravana por las carreteras de Los Ángeles, y, después de unos 90 minutos, atestiguaron cómo Simpson se entregaba a las autoridades en la entrada de su casa en Brentwood.
"Uno no podía despegarse", dice Greta Van Susteren, ahora presentadora de Fox News Channel y analista legal para CNN durante la cobertura del juicio. "Todo el mundo lo estaba viendo, en vivo, preguntándose si O.J. iba a volarse los sesos. Ese fue el gancho para todo lo que vino después".
Lo que vino después fue etiquetado como el Juicio del Siglo, con la TV perfectamente preparada para darle toda la cobertura y servir como principal emisora y facilitadora. Dotado de cámaras en la sala del juzgado, fue el primer gran juicio de la televisión. Fue escabroso, farandulesco, con componentes raciales y elementos de ostentación, sexo y violencia en el hogar, todo envuelto en un halo de misterio y supercargado de suspenso en torno a quién ganará.
Y tenía al protagonista perfecto.
"Un hombre que había trascendido el deporte y hasta la raza, un tipo que había logrado el estatus de (ser reconocido) por solo su nombre", dijo Jack Ford, ahora analista legal de CBS News, que cubrió el juicio para NBC News.
O.J. por TV mantuvo a los televidentes enganchados con la selección del jurado ese otoño, durante el inicio del juicio en enero de 1995, y a lo largo de meses de procesos judiciales, transmitido de principio a fin por numerosas cadenas y resumido a diario en numerosos programas.
"Al comienzo sabíamos que iba a ser una historia grande", dijo Ford, "pero no creo que ninguno de nosotros haya anticipado lo comprometido que iba a estar el público".
El caso, con todos sus elementos, se volvió tan familiar para los televidentes: el bigote del padre de Ron Goldman. La larga melena del huésped de O.J. Kato Kaelin. El juez Lance Ito en la judicatura picoteando su laptop. Robert Kardashian (el padre de las futuras dominadoras de la pantalla Kim, Khloe y Kourtney) como el abogado y parásito de O.J. Y mucho más, incluido, por supuesto, O.J. el protagonista, serio e inquebrantable, siempre bien parecido.
El jurado permaneció fuera de cámara, pero como el resto de la simpsonmanía fue escudriñado, analizado y discutido. Y no sólo por las hordas de comentaristas televisivos. El caso de Simpson era el primer tema de conversación entre los televidentes, y la televisión acogía sus opiniones. Así que O.J. por TV fue un predecesor de los medios interactivos de hoy.
Geraldo Rivera invitó al público a llamar por teléfono a su programa de tertulia para emitir sus opiniones. E! solicitó que sus televidentes enviaran faxes, uno de los cuales, mostrado en cámara, le aconsejó a la fiscal Marcia Clark: "Tómese una píldora y relájese".
Entonces el 3 de octubre de 1995, se pronunció el escandaloso veredicto del jurado. El mismo video de la corte fue transmitido por las cadenas ABC, CBS, Fox, NBC y The WB y por los canales de cable CNBC, CNN, Court TV, E! Entertainment, ESPN y Headline News. El 91% de todas las televisoras le dedicaron su espacio a este bombazo.
O.J. por TV terminó con la audiencia profundamente dividida en cuanto a su culpabilidad. Pero hubo consenso en otro aspecto: los televidentes querían más, y desde entonces han acompañado a los medios en cada caso, desde el de Timothy McVeigh hasta el de Scott Petersen, Casey Anthony y Oscar Pistorius, en busca del nuevo Juicio del Siglo.
Ninguno lo ha sido. Ninguno se ha acercado si quiera al trágico melodrama que fue el de O.J. Simpson.
