Perros surfistas compiten en el Campeonato Mundial de Surf Canino en California
La competencia anual atrae a miles de espectadores.

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PACíFICA, California. Charlie, el labrador amarillo de 10 años, disfruta tanto del surf que agarra su tabla él mismo y corre hacia el agua. Sus humanos a veces tienen que escondérsela si quieren charlar con amigos en la playa.
Charlie se unió el sábado a otros 15 o 20 perros surfistas al sur de San Francisco en el Campeonato Mundial de Surf Canino, una competencia anual que atrae a miles de espectadores a la playa estatal de Pacífica.
Los canes compitieron contra otros de tamaño similar por la oportunidad de llegar a las finales. En otras series, varios de ellos surfearon en tándem o montaron con personas.
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Labradores, terriers y spaniels con chalecos salvavidas marcados con monogramas nadaron hacia el Pacífico. Una vez en las olas, sus dueños los ayudaron a subirse a las coloridas tablas y a sostenerse en ellas mientras la multitud los vitoreaba desde la playa.
Los jueces examinaron cuánto tiempo permanecían los perros en sus tablas, cuánto tiempo mantenían el equilibrio y si realizaban algún truco, como girar mientras montaban.
Charlie, que tiene su propia página de Instagram, participó en la serie de surfista individual extragrande. También montó en tándem con otros dos perros en lo que sus humanos llamaron “El equipo de ensueño”.
“Le encanta la multitud”, afirmó su dueña, Maria Nieboer.
Charlie y el esposo de Nieboer, Jeff Nieboer, se preparan juntos para enfrentar las olas. Cuando Jeff ve una buena, gira la tabla y le dice a Charlie “prepárate”.
Empuja la tabla hacia adelante y el can se agacha y monta la ola tanto tiempo como puede. Charlie incluso puede guiar la tabla inclinándose y surfear hacia donde María lo espera en la orilla.
No necesita ser recompensado con golosinas por nada de eso.
“Charlie hace lo que quiere cuando estamos en el agua”, señaló Jeff.
Los ganadores del concurso recibieron medallas y el derecho a presumir.
La compañera de Charlie en el “equipo de ensueño”, otra labradora amarilla llamada Rosie, participó en cuatro series. Steve Drottar, el dueño de la perra de cuatro años comentó que ella se siente “emocionada” después de surfear, lo cual hacen de cuatro a cinco veces por semana en su hogar en Santa Cruz.
“Es como decir, oye, realmente hicimos algo hoy, ¿verdad? Hicimos algo juntos como equipo”, indicó Drottar. “Y el hecho de que puedas hacer algo como equipo con tu perro crea un vínculo diferente al que tienes cuando solo lo sacas a pasear”.
Puede notar en Rosie una sensación de logro, porque se siente sumamente feliz, mueve la cola con más fuerza y se acurruca aún más de lo habitual.
“Cuando vamos a casa y nos sentamos en el sofá, pareciera que dice, ‘Gracias’”, afirmó Drottar.