Carolina del Norte.- El piloto Chesley Sullenberger, quien se convirtió en un héroe al lograr un exitoso acuatizaje de emergencia en el río Hudson en enero del año pasado, se jubiló hoy, miércoles, después de 30 años con la aerolínea y su predecesora.

Su último vuelo, el 1167 de Fort Lauderdale, Florida, con destino a su base en el Aeropuerto Internacional de Charlotte Douglas, en Carolina del Norte, duró menos de dos horas y aterrizó a las 2:48 p.m., 17 minutos antes de lo programado.

Sullenberger, de 59 años, voló con el copiloto que lo acompañó durante el acuatizaje en el río Hudson, Jeff Skiles. El piloto, apodado "Sully", se retiró oficialmente en una ceremonia privada en Charlotte con algunos de sus colegas y empleados de US Airways.

La sobrecargo Doreen Welsh, de 59 años, que se encontraba en el vuelo 1549 cuando aterrizó en el Hudson, también se jubiló oficialmente hoy, miércoles. Welsh comenzó a trabajar con la aerolínea predecesora de US Airways en 1970, cuando tenía 19 años.

Los 150 pasajeros que iban en el vuelo que Sullenberger aterrizó de emergencia en enero de 2009 sobrevivieron. El avión comenzó a fallar cuando una bandada de gansos canadienses fueron succionados por los motores minutos después de despegar del aeropuerto de LaGuardia, en Nueva York, con destino a Carolina del Norte.

"Cada generación de pilotos espera poder dejar la profesión mejor de como la encontró", dijo Sullenberger en un comunicado. "A pesar de los mejores esfuerzos de miles de mis colegas ese no es el caso hoy".

"Aunque me jubilo, continuaré prestando servicio como el defensor que siempre fui, no sólo de la seguridad en la aviación, sino por la profesión de pilotos comerciales. Trabajaré para recordarle a todo el sector aéreo, y a aquellos que lo dirigen y lo regulan, que tenemos un deber sagrado con nuestros pasajeros para hacer lo mejor que sabemos hacer", agregó.

Una de los supervivientes del acuatizaje en el Hudson, Mary Berkwitz, dijo por teléfono desde su oficina en Stallings, Carolina del Norte, que sentía pena de que Sullenberger se retirara.

"Cada vez que me subo a un avión digo algo como: 'Dios, ojalá Sully esté en el asiento del piloto', pero ahora sé que ya no será así y de alguna manera es triste", dijo en entrevista con The Associated Press.

La periodista de The Associated Press Samantha Gross en Nueva York contribuyó con este despacho.