Cientos de policías antidisturbios recorrieron el sábado la capital de Canadá, donde recuperaron el control de las calles alrededor de los edificios del Parlamento para al parecer poner fin al asedio de Ottawa después de tres semanas de protestas.

Los manifestantes, airados por las restricciones contra el COVID-19 y las políticas del primer ministro Justin Trudeau, se retiraron de la zona en la mayor operación policial en la historia del país, en la que agentes arrestaron o desalojaron a inconformes y les retiraron sus camiones.

En Ottawa, el jefe interino de la policía, Steve Bell, dijo que pese a que aún había protestas menores, “esta ocupación ilegal ha terminado. Continuaremos con nuestra misión hasta completarla”.

Aunque algunos manifestantes se comprometieron a permanecer en las calles de Ottawa, uno de los principales organizadores dijo a la prensa que habían “decidido retirarse pacíficamente”.

“Simplemente nos reagruparemos como un movimiento popular”, declaró Tom Marazzo en conferencia de prensa.

Numerosos policías llegaron desde diversas partes del país para que participaran en la operación de desocupación, señaló Bell. Agregó que 170 personas fueron arrestadas el viernes y el sábado y se han emprendido varias investigaciones debido al decomiso de armas.

“No iremos a ninguna parte hasta que se hayan recuperado las calles”, dijo Bell en conferencia de prensa, quien anunció que podrían imponerse “sanciones financieras y cargos penales” a los manifestantes que rehúsen retirarse.

Para el sábado en la tarde, los manifestantes se habían retirado de la calle frente a la Colina del Parlamento, el complejo de oficinas de gobierno que incluye los recintos legislativos y que había sido el epicentro de las protestas.

El lugar fue ocupado por manifestantes y sus camiones desde finales del mes pasado y su movilización se había convertido en un carnaval los fines de semana.

“Intentan quitarnos a todos de aquí”, dijo un manifestante, Jeremy Glass, de Shelburne, Ontario, mientras los agentes obligaban a la multitud a alejarse de los inmuebles del Parlamento.

“El principal campo está tomado ahora. Ya no lo tenemos más en nuestro control”.

La policía subrayó que los manifestantes continuaban “agresivos y belicosos” y que se utilizó aerosol irritante para proteger a los agentes.

Las autoridades añadieron que varios niños fueron llevados hasta los límites que había fijado la policía y señalaron que “se está poniendo a los menores en peligro”.

Las autoridades canadienses también anunciaron que habían utilizado poderes de emergencia para intervenir 76 cuentas bancarias relacionadas con los manifestantes y alcanzaban en conjunto 3,2 millones de dólares canadienses (2,5 millones de dólares).

El sábado, las autoridades también cerraron un puente que conduce hacia la capital de la nación desde Quebec para impedir una nueva llegada de inconformes.

Alrededor del medio día, los organizadores de la protesta dijeron que habían ordenado a los camioneros que se retiraran de la Colina del Parlamento y lamentaron las acciones policiales, a las que describieron como “abusos del poder”.

“Para retirar los camiones se necesita tiempo”, aseveraron los organizadores en un comunicado. “Confiamos en que ellos (los policías) muestren una restricción sensata”.

Horas antes, la policía de Ottawa se dirigió a los manifestantes en un tuit: “Les hemos indicado que se marchen. Les dimos tiempo para irse. Hemos maniobrado despacio y de manera metódica, sin embargo, ustedes se mostraron agresivos y belicosos contra los agentes y los caballos. Con base en el comportamiento de ustedes, incluimos en nuestra respuesta cascos y bastones para nuestra seguridad”.

La policía indicó que un manifestante lanzó una lata de gas lacrimógeno y fue arrestado cuando los agentes avanzaban.

Antes, Bell señaló que la mayoría de los arrestos fueron bajo cargos de daños y que ningún manifestante resultó herido. Un agente sufrió una lesión menor, agregó.

Entre los detenidos había cuatro dirigentes de las protestas. A uno le concedieron fianza y los demás permanecían encarcelados.