Policía sospecha que asesino de niño judío en Nueva York aún no ha contado todo
Leiby Kletzky, intentó defenderse antes de morir asfixiado a manos de Levi Aron.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Nueva York.- Los neoyorquinos continuaban hoy conmocionados a medida que se siguen conociendo nuevos detalles sobre las circunstancias en que murió un niño de 8 años y cuyo cadáver fue descuartizado en Brooklyn por un hombre del que la policía sospecha que todavía no ha contado toda la verdad.
El comisionado de la Policía de Nueva York, Raymond Kelly, afirmó hoy que el menor, un niño judío ortodoxo llamado Leiby Kletzky, intentó defenderse antes de morir asfixiado a manos de Levi Aron, un hombre de 35 años, de la misma religión, que ya confesó el crimen y que el miércoles fue acusado formalmente por el delito de asesinato en primer grado.
Kelly detalló a los periodistas que los forenses encontraron "arañazos" en los brazos y muñecas del acusado, por lo que consideró "razonable" pensar que el niño murió por asfixia, aunque dijo que aún quedan pruebas de laboratorio por realizar y sospechan que todavía no ha contado toda la verdad, informó el New York Post.
"Entiendo que puede estar mal, y siento el daño que he causado", indicó el acusado en una confesión por escrito a la que tuvo acceso la cadena de televisión NBC, que precisó que también hay otra confesión grabada en vídeo en la que Aron se muestra "inexpresivo y sin emociones".
En esa confesión el acusado asegura que cuando el niño le paró el lunes por la tarde en la calle para pedirle ayuda porque estaba perdido le ofreció acompañarle a casa y después cambió de opinión y se lo llevó a una boda a las afueras de la ciudad.
La policía confirmó hoy que Aron acudió el lunes a una boda en la localidad de Monsey, una hora al norte de Nueva York, pero algunos de los invitados que asistieron al enlace no vieron que estuviera acompañado de un menor, según el Wall Street Journal.
Según la confesión, el niño se quedó dormido y pasó la noche en el apartamento de Aron, y a la mañana siguiente se quedó "viendo la televisión" mientras él se marchó a trabajar.
Cuando más tarde regresó al domicilio y descubrió que había tanta gente buscando al menor le entró un ataque de "pánico" y lo mató, según el testimonio del acusado.
"Tenía miedo de llevarlo de vuelta a su casa. Entonces fui por una toalla para ahogarlo en la habitación. Él trató de defenderse un poco hasta que dejó de respirar", indica el acusado en la confesión por escrito.
Aron fue trasladado este jueves desde una comisaría de Brooklyn al juzgado entre gritos de "asesino, asesino" proferidos por un centenar de personas que en un momento llegaron a rodear el furgón policial.
La muerte de Kletzky ha conmocionado a toda la ciudad, pero especialmente a la comunidad judía ortodoxa de Borough Park, el barrio donde vive la familia del menor, que presumía hasta ahora de ser uno de los más seguros de la ciudad.
Miles de personas acompañaron el miércoles por la noche a la familia Kletzkty en el funeral, que congregó a buena parte de la comunidad de judíos jasídicos de Nueva York, que siguen sin poder creer lo ocurrido.
Tampoco su ex mujer, Deborah, quien afirmó tras enterarse de la muerte del menor que Aron era "muy bueno" con los niños, y dijo que ella tenía dos hijos de un matrimonio anterior y nunca detectó "nada extraño" en su comportamiento.
La mujer, que vive en Menfis (Tennessee), afirmó que estuvieron casados un año y tras el divorcio pidió una orden de alejamiento y Aron regresó a vivir a Nueva York, detalla el New York Times.