Una comunidad de la zona metropolitana de Detroit prohibió la colocación de banderas LGBTQ+ en astas públicas al cabo de una larga y tensa reunión, lo cual ha planteado interrogantes sobre discriminación, religión y la reputación de la ciudad de acoger a personas recién llegadas.

En protesta, una mujer que hizo uso de la palabra en la fase de comentarios públicos durante la reunión del Consejo Municipal de Hamtramck besó a una mujer que tenía al lado el martes en la noche.

“Ustedes, personas, son bienvenidas”, dijo el concejal Nayeem Choudhury. “(Pero) por qué tienen que exhibir la bandera en propiedad gubernamental para estar representadas. Ustedes ya están representadas. Ya sabemos quiénes son ustedes”.

Algunos concejales, todos los cuales son musulmanes, dijeron que la bandera del orgullo LGBTQ+ colisiona con las creencias de algunos miembros de su fe. Los negocios y residentes no tienen prohibido exhibir banderas del orgullo en su propiedad.

“Queremos respetar los derechos religiosos de nuestros ciudadanos”, declaró Choudhury.

Hamtramck, de 27,000 habitantes, es un enclave rodeado por Detroit. Más de 40% de los habitantes nacieron en otros países, según la Oficina del Censo de Estados Unidos, y una parte importante son de ascendencia yemení o bangladesí.

El consejo aprobó por unanimidad exhibir sólo cinco banderas, entre ellas la de Estados Unidos, la de Michigan y una que represente a los países de origen de los inmigrantes locales.

El alcalde Amer Ghalib adoptó el asunto de la bandera como un tema de campaña cuando la entonces alcaldesa Karen Majewski izó una en un lugar propiedad de la ciudad en 2021.

“Servimos a todos por igual sin discriminación, pero sin favoritismos”, apuntó.

Hayley Cain dijo que decidió irse de California a vivir en Hamtramck por la fama de ésta como una comunidad con diversidad.

“Me pregunto si lo es… La bandera del orgullo representa hacer espacio para todos los humanos de todos los espectros, y hacia esto vamos como especie humana”, señaló Cain. “No puedes impedir eso”.

Dawud Walid, director de la filial de Michigan del Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas, dijo que la estricta política de Hamtramck sobre las banderas no discrimina a nadie.

“Si hubiera un grupo al que no se le permitiera el acceso a algo mientras que a otros sí, entonces tendríamos un problema”, señaló Walid.

Añadió que algunos musulmanes que se oponen a una bandera LGBTQ+ no son diferentes de los miembros conservadores de otras religiones con puntos de vista similares.