Miami. La discoteca Pulse en la que 49 personas, en su mayoría puertorriqueños, murieron durante un tiroteo hace cinco años en la ciudad de Orlando (Florida), está cerca de convertirse en un monumento nacional tras la aprobación ayer en la Cámara de Representantes de Estados Unidos de una resolución en ese sentido.

La medida, que ya se había aprobado en esa cámara del Congreso anterior, tiene más opciones de prosperar este año por la nueva mayoría demócrata en el Senado estadounidense, donde se estancó en 2020.

La medida fue presentada ayer por el congresista demócrata Darren Soto, que representa el distrito donde ocurrió la masacre el 12 de junio de 2016.

Relacionadas

“Estamos un paso más cerca para recordar nacionalmente a los 49 ángeles que perdimos y los 53 heridos durante el atroz acto de terrorismo”, expresó Soto en su cuenta de Twitter.

Los legisladores aspiran a que se pueda aprobar definitivamente para el quinto aniversario de la tragedia.

“Orlando juró como comunidad nunca olvidar a los que perdimos esa noche. Sus historias, sus imágenes, sus espíritus y recuerdos deben vivir en nuestros corazones”, señaló Soto durante la sesión.

La matanza fue perpetrada por el estadounidense de origen afgano Omar Mateen, quien murió abatido por las fuerzas del orden esa misma noche.

Mateen sembró el terror entre los asistentes al club gay tras irrumpir armado con un fusil de asalto y una pistola automática, y comenzar a disparar contra los anfitriones y participantes de una fiesta latina.

Durante unas tres horas, en las que permaneció dentro del club con una treintena de rehenes, Mateen dijo por teléfono a los negociadores policiales que actuaba en nombre del Estado Islámico, grupo terrorista al que juró lealtad.