Boston. Mientras sonaba una gaita con la canción “The Bells of Dunblane” y varios corredores observaban, los familiares de los fallecidos en el atentado del Maratón de Boston conmemoraron el décimo aniversario de la tragedia caminando juntos hacia el memorial cerca de la línea de meta para colocar una ofrenda floral el sábado.

La alcaldesa de Boston Michelle Wu, quien era candidata al gobierno local cuando ocurrió el atentado, participó en la procesión con la gobernadora Maura Healey. En cada memorial —marcado con tres pilares por las tres víctimas— se detuvieron en silencio con los familiares. Más tarde se llevará a cabo una ceremonia en la línea de meta, en donde sonarán campanas seguido de un minuto de silencio.

La 127ma edición del Maratón de Boston se llevará a cabo el lunes.

“Ese día no se olvida”, indicó Jennifer Black, de 71 años y que es una agente inmobiliario de Ohio, quien acudió a observar la procesión.

Black recordó que debido al atentado no pudo terminar la competencia en el 2013 y habló de aquellos que fallecieron en el ataque. Este año regresó a Boston para correr.

“Muchas pérdidas, mucho dolor debido al odio”, continuó entre lágrimas. “Tenemos que defender a la gente. Tenemos que cuidarnos unos a otros y orar por estas familias todos los días”.

Tres personas fallecieron y más de 260 resultaron lesionados cuando dos bombas con ollas de presión estallaron en la línea de meta del maratón. Entre los fallecidos estuvieron Lu Lingzi, una estudiante de posgrado de la Universidad de Boston de China de 23 años; Krystle Campbell, gerente de un restaurante de 29 años y originaria de Medford, Massachusetts; y Martin Richard, de ocho años y quien acudió a ver el maratón con su familia.

En un tensa persecución de cuatro días que paralizó a la ciudad, el oficial de policía del Instituto de Tecnología de Massachusetts Sean Collier fue asesinado a balazos en su automóvil. El oficial Dennis Simmonds falleció un año después tras resultar herido en la confrontación con los atacantes.

La policía capturó a un ensangrentado y herido Dzhokhar Tsarnaev en Watertown, un suburbio de Boston. Tsarnaev se escondió en un bote estacionado detrás de una casa horas después de que su hermano falleció. Tamerlan Tsarnaev, de 26 años, estuvo involucrado en un tiroteo con la policía y fue atropellado por su hermano al intentar escapar.

“Creo que todos seguimos reviviendo esos trágicos días de hace 10 años”, indicó recientemente el excomisionado de la policía de Boston Bill Evans.

Dzhokhar Tsarnaev fue sentenciado a muerte y en años recientes ha intentado evitar ser ejecutado.

Pero el sábado el foco estuvo en recordar a las víctimas y sobrevivientes del atentado, pero igualmente, como dijo Wu: “asegurarnos de que este momento se enfoque en hacia dónde se dirige está la ciudad, la comunidad y las familias”.